sábado, 20 de diciembre de 2014

HAWAII Y SUS AUTÉNTICOS DESCUBRIDORES.
UN PASADO ESPAÑOL.

                 Merece la pena publicar en nuestro Blog de la Verdadera Historia de México, este texto de 
don José Antonio Crespo-Francés sobre la verdad histórica del descubrimiento de las Islas Hawai, y que, como muchísimos episodios de nuestra historia hispanoamericana, han estado falseados y oscurecidos por los historiadores a sueldo del sistema liberal antiespañol, enquistados en los programas escolares del todo el continente americano y de las naciones europeas.
Desde hace dos siglos ha sido así, para denigrarnos, después de esparcir por el mundo la Leyenda Negra antiespañola; verdadero “Árbol de Odio” con que los gobiernos anglosajones y protestantes de Inglaterra, Holanda y los Estados Unidos han dirigido su propaganda, tratando de  ocultar sus guerras, robos, piraterías y mentiras contra el Orbe católico hispano.
Este interesante texto está en  la línea de nuestro blog, que revindica la Hispanidad: Luis Ozden.

Detalle del Pacífico Norte en ASIAE NOVA DESCRIPTIO de Abraham Ortelius, 1570. Baja California arriba a la derecha y el grupo isleño de Los Monjes a la derecha en el centro.

                                       

 Hablemos hoy en estas líneas de un mito, del descubrimiento anglosajón de las islas Hawai y de los españoles olvidados que llegaron primero.
Durante más de  200 años,  fueron cientos de galeones de Manila viajaron desde el actual México a Filipinas, con su ruta discurriendo al sur de las islas hawaianas. Y, sin embargo no hay registros históricos sobre algún contacto entre ambas culturas.
Aunque Henry Kamen sostiene que los españoles no tenían la capacidad de explorar el océano Pacífico, los galeones españoles dominaron el comercio transpacífico durante dos siglos y medio, y fueron expediciones españolas las que descubrieron la ruta entre América y Asia. (1)
Fueron navegantes españoles los que descubrieron las Marianas, las Carolinas y las Filipinas en el Pacífico Norte, así como las Tuvalu, las Marquesas, las Salomón y Nueva Guinea en el Pacífico Sur.
Expediciones españolas en busca de la TERRA AUSTRALIS también descubrieron las Islas Pitcairn y las Nuevas Hébridas, hoy Vanuatu, en el siglo XVII. Todavía hoy la isla principal del archipiélago de las Vanuatu se llama Espíritu Santo, bautizada así por Pedro Fernández de Quirós en 1606 y donde encontramos también las islas Torres y la de Pentecostés.
Es cierto que Cook llegó a Hawaii, archipiélago al que llamó Sandwich por el patrocinador de su expedición, en 1778 pero… ¿fue el primero tal como se enseña a los niños anglosajones? Lo que sí es cierto es que navegó con mapas españoles y portugueses y dado que no pudo nombrar lo que ya estaba nombrado con topónimos españoles en el Pacífico Noroeste desde California hasta Alaska, lo intentó en medio del Pacífico, sin que con ello queramos restar grandeza a sus logros. (2)
Lo que sí debemos dejar claro es que con verdaderos cascarones de nuez, Ruy López de Villalobos partió desde Acapulco en 1542 llevando como piloto al sevillano Juan Gaetano o Gaytán, que describió LAS ISLAS DEL REY, luego Hawaii en 1555, siendo el primer europeo que allí llegó.
Torreperojil, pequeña localidad ubicada en un inmenso mar de olivos junto Úbeda, puede presumir de que uno de sus convecinos descubrió para el mundo occidental el archipiélago que más lejos se encuentra de cualquier tierra firme, a más de 3.611 km de América y 5.074 del continente asiático, fuera de las corrientes marinas que bañan ambos continentes y motivo de su aislamiento.
Cuando Gaitán era mozo corría por toda España la fiebre del descubrimiento y todo joven amante del riesgo, soñaba con cruzar el Atlántico para hallar riquezas y escapar de la miseria rural. Se enrola primero en la flota destinada a socorrer a Hernán Cortés empeñado en la conquista de México. (3)
En 1533 inicia sus aventuras marineras por la «Mar del Sur», hasta conocer al malagueño Villalobos. Cuatrocientos hombres embarcan en cuatro naves, un bergantín y una goleta, en el Puerto de Juan Gallego, conocido como de Navidad, partiendo en noviembre de 1542 la víspera de Todos los Santos. (4)
La flota navega hacia poniente, para alcanzar en algo más de una semana la isla Anublada, donde hacen una breve escala con el fin de reponer sus siempre escasos alimentos frescos, rellenar sus pipas de agua dulce y acopiar leña.
Descubren la Isla de Santo Tomas, la Anublada y Roca Partida, en las islas Revillagigedo. Este primer descubrimiento les anima a seguir manteniendo el mismo rumbo, los alisios de este interminable océano, que en estas latitudes soplan permanentemente hacia el oeste, les permiten sacar todas sus velas al viento.
Siempre acompañados de buena meteorología van dejando tras de sí, después de seis semanas de navegación, navegando al norte y luego al oeste una estela que alcanza los 4.074 km que les llevaría hasta las Marshall, pero antes habían desembarcado en un desconocido grupo de islas, las que conforman el archipiélago Hawaii, a las que ellos denominan ISLAS DEL REY, como isla MESA, por la Montaña de Mauna-Loa, DESGRACIADA, que coincide con Maui, VECINA y LOS MONJES, hoy llamadas Kahoolawe, Lanai y Molokai, donde aún vemos colonias de focas monje, FARFANA y LOS VOLCANES, reflejadas en el mapa de Ortelius de 1587. Incluso Laperousse reafirma que la isla que tiene el volcán Mauna Loa por su forma debió de mantener el nombre de Mesa.
Este primer descubrimiento les anima a seguir manteniendo el mismo rumbo, los alisios de este interminable océano, que en estas latitudes soplan, permanentemente hacia el oeste, les permiten sacar todas sus velas al viento.

Este grupo isleño nombrado en español, aparecerá en todos los mapas, originales y copias, hasta el siglo XVIII y era el que llevaba Cook en su cartografía.
Cuando caminan por sus valles y sus montañas, les llama muchísimo la atención la flora y la fauna que pueblan estas lejanas tierras, y entre los frutos que se atreven a probar, destaca uno de ellos, que luego pasó a ser el objetivo de numerosas expediciones marítimas, aquel que produce el llamado «árbol del pan», ya que cuando lo comen les recuerda el sabor de aquellos chuscos elaborados con harina de trigo que comían en España.
La historia anglosajona atribuye el descubrimiento de este archipiélago a Cook 236 años después de que arribara nuestro personaje. Sus cronistas no quieren ver que antes de esta fecha ya se habían publicado numerosas cartas marinas, la primera de ellas fechada en 1551, firmadas por cartógrafos españoles, portugueses, holandeses, italianos y franceses, en las que se puede ver un archipiélago situado en puntos cercanos al lugar que éstas ocupan en el globo terráqueo, y no se puede argumentar que representen otros grupos de islas, ya que hay que alejarse cientos de millas de Hawaii para poder encontrar nuevas tierras, por lo tanto su identificación no alberga duda.
Cook afirma en su diario derrotero que no encontró tales islas a las que cita pues estaban situadas en los mapas que llevaba, las coloca desplazadas en el nuevo mapa que dibuja afirmando que no las encuentra, pero que en cambio ha visto estas islas nuevas a las que renombra, rebautizándolas y apropiándose de su descubrimiento. Además se muestra sorprendido del atuendo floral indígena de capa corta con colores rojo y amarillo, imitando al terciopelo, y casquete con plumero, y al ver objetos metálicos en poder de los nativos similares a puntas de alabardas o refuerzos metálicos como los que se colocaban en las bordas de las naves del XVII para apoyar las culebrinas.
Pero sigamos con Gaitán y (Villalobos) tras alcanzar Filipinas, donde pierde dos de sus barcos y tiene que enfrentarse en diversas ocasiones a los indios que pueblan la isla de Sarangani, que se oponen a que se aprovisionen de agua y alimentos. Muchos son los tripulantes que pierden su vida en estos encuentros y no sabemos si uno de ellos fue este piloto sevillano. (5) 

 Debido al secretismo español, si los españoles encontraron Hawaii, no publicaron sus resultados y el descubrimiento habría permanecido desconocido de la misma manera que se mantuvo en secreto EL TORNAVIAJE y la existencia del inmenso continente australiano del que seguro los pilotos portugueses tenían conocimiento de su existencia.

La llegada española es acorde con las tradiciones indígenas que en el siglo XVIII conservaban memoria de islas flotantes con hombres blancos. En la Enciclopedia Universal de Espasa leemos: los primeros blancos que allí llegaron fueron náufragos españoles en 1527 que se quedaron y se mezclaron con los nativos, que en 1555 las islas fueron visitadas por Gaytán y en 1567 Mendaña determinó su exacta posición. (6) Datos conocidos por Cook cuando las visitó en 1778. Villalobos al navegar hacia el sur y el occidente alcanza Filipinas, sigue navegando hasta las Molucas, e intenta el regreso sin lograrlo. (7)

Después de 1565, la nueva ruta de Andrés de Urdaneta permitió a los galeones de Manila navegar regularmente entre México y Filipinas. Estas rutas se mantuvieron en secreto como protección ante los piratas ingleses y holandeses.
Abundando en el tema, William Ellis, un escritor y misionero en el siglo XIX en Hawaii, registró varios cuentos populares sobre extranjeros que habrían visitado las islas antes del contacto con Cook. Según el escritor hawaiano Herb Kawainui Kane, una de estas historias dice:
“Siete extranjeros que desembarcaron ocho generaciones anteriores en la bahía Kealakekua en un barco pintado con un toldo o dosel sobre la popa. Iban vestidos con prendas de vestir de blanco y amarillo, y uno llevaba una espada a un lado y una pluma en el sombrero. Al desembarcar, se arrodilló en oración. Los hawaianos, más útiles con los más indefensos, los recibieron amablemente. Los extranjeros en última instancia se casaron con las hijas de las familias de los jefes, pero sus nombres no pudieron ser incluidos en las genealogías.
Lo cierto es que podemos afirmar que un naufragio pone en evidencia la historia oficial de los viajes de Cook tal como citamos en estas líneas. La cartografía española capturada en Manila, y recopilada por Alexander Dalrymple, aporta nuevos elementos para reivindicar el pasado español de Hawai, otros destinados a documentar relaciones cartográficas de las costas. La Compañía lo nombró hidrógrafo. Nacido el 24 de julio de 1737 y fallecido el 19 de junio de 1808.


Dalrymple2 geógrafo y botánico escocés, hermano del jurisconsulto David Dalrymple, se incorporó de joven a la Compañía Británica de las Indias Orientales. Realizó varios viajes de exploración en el archipiélago indonesio. GARCÍA CALERO, Jesús: Cartografía Pacífico robada en Manila, ABC 29.09.2013:http://www.abc.es/cultura/20130929/abci-cook-hawaii-espanna-201309282215.html. (8)

Cuando Dalrymple publicó su colección Histórica de los varios viajes y descubrimientos en el océano Pacífico del Sur, entre 1770 y 1771, se despertó un gran interés por la existencia de un continente desconocido del que ya hablaban Quirós y Váez de Torres. Esto llevó a Cook a emprender otro viaje hacia el Pacífico sur.
Sus observaciones contribuyeron al éxito del primer viaje de James Cook alrededor del mundo. Publicó en 1767 y en 1768 sendos libros sobre sus observaciones en el océano Pacífico.

En 1769, publicó un plan para extender el comercio de Gran Bretaña en esa región. Lo más importante para nosotros es que en 1770 llevó a cabo la compilación y traducción de relatos de viajes de navegantes españoles, compilación que se traducirá, en versión abreviada, al francés en 1774. Estuvo embarcado en la búsqueda de un continente meridional y se sintió amargamente decepcionado cuando seleccionaron a Cook, en su lugar, como comandante de la expedición que encontraría Australia, en 1770, en base a los conocimientos y cartografía ibérica. Durante su vida produjo millares de cartas náuticas que contribuyeron perceptiblemente a la seguridad de la navegación..

El pasado español de las Hawaii, poco o mal conocido tanto por España como fuera de ella y sistemáticamente obviado, como todo lo relacionado con las exploraciones españolas, por la historiografía anglosajona, cobra actualidad de la mano de un investigador que ultima un trabajo ampliamente documentado que cambiará elementos importantes de lo que hasta el momento conocemos sobre la preparación de los viajes de James Cook y entre otras cosas de cómo consiguió la información que le llevó al “descubrimiento de Hawaii” después de 250 años de navegación española por esas aguas y cuyo legado sobre ese inmenso océano aún no se conoce bien y que fue nombrado como el Mar Español.

La investigación del abogado José María Lancho tiene su punto de partida en un juzgado de Hawaii. Allí de nuevo los restos de un naufragio significan mucho más de lo que querrían los cazatesoros. La compañía Kohala Coast Enterprises (KCE), afirma haber hallado el 23 de noviembre de 2011 lo que sin duda es un pecio de origen español y ha pedido al juez que mantenga en secreto el lugar y le otorgue derechos exclusivos de explotación.
Pero en una carta a Gary Crothers, consejero delegado de KCE, la agencia estadounidense para el océano (NOAA) le advierte de que EE.UU. debe cooperar con los Gobiernos sobre la excavación de sus naufragios, por lo que se deja entrever que muestra su preocupación por la posibilidad de consultar o cooperar con el Gobierno de España. Maris Pacifici (quod vulgò mar del zur) cum regionibus circumiacentibus, insulisâque in eodem passim sparsis, noviss.
El abogado se puso a investigar y halló un asunto cultural de mayor profundidad, como son las zonas de sombra que rodean los «descubrimientos» de Cook.

El marino es, merecidamente, un mito naval, pero el aura intocable no se compadece con los documentos que José María Lancho ha podido encajar como un puzzle. Y la arqueología puede estar a punto de poner en evidencia lo que la historiografía  nunca quiso alumbrar y que se resume así: 

PRIMERO: Que la cartografía española guardada en Manila y tomada por los Ingleses en 1762 hizo posible que el «Endeavour» navegase directamente hacia sus grandes objetivos en un mar desconocido, confirmando la tesis del historiador Agustín Rodríguez González; y en segundo lugar que hubo una persona fundamental, que fue Alexander Dalrymple, quien proporcionó a Cook los mapas y preparó el viaje, desde mucho antes de que el Almirantazgo lo eligiera.

De la misma forma que Drake solo pudo dar la vuelta al mundo utilizando pilotos españoles secuestrados, como afirma Rodríguez González, sin la toma de Manila habrían sido imposibles los viajes de Cook», opina Lancho, que ha podido analizar escritos apenas tenidos en cuenta por la historiografía inglesa.

En 1767, un año antes del viaje, Dalrymple se compara a Colón y Magallanes, sus modelos, admite que la exploración del Pacífico es su pasión y su dedicación desde 1759 y también que «adquirió, entre los españoles, algunos papeles muy valiosos, e indicios de autores españoles en la materia, cuyas obras también se procuró», según confiesa hablando de sí mismo en tercera persona.

Dalrymple  había estado en Manila, llegando a ser gobernador, y llevaba mucho tiempo recopilando información desconocida para los británicos y tenía más experiencia que nadie, por lo que se postula para capitanear el viaje.

Pero el Almirantazgo precisaba para la empresa un héroe limpio, sin sospechas de espionaje, ni de deudas intelectuales con una potencia enemiga. Ese iba a ser Cook, que aún no era ni teniente.

La ocupación británica de Manila entre 1762 y 1764 fue un episodio en la historia colonial de Filipinas, cuando el Reino de Gran Bretaña ocupó la capital colonial española de Manila y el principal puerto cerca de Cavite.
  
La resistencia del gobierno colonial español provisional establecido por los miembros de la Real Audiencia de Manila y sus aliados filipinos impidió que las fuerzas británicas tomaran el control del territorio más allá de los pueblos vecinos de Manila y Cavite. La ocupación británica terminó como parte del acuerdo de paz de la Guerra de los Siete Años.
UNA VEZ MANILA  CAÍDA EN MANOS BRITÁNICAS, LAS IGLESIAS Y LAS OFICINAS GUBERNAMENTALES Y ASTILLEROS FUERON SAQUEADOS, SE TOMARON LOS OBJETOS DE VALOR, DOCUMENTOS HISTÓRICOS, MANUSCRITOS, MAPAS, LAS PINTURAS DE LOS GOBERNADORES GENERALES, EL CONTENIDO DE LAS IGLESIAS INTRAMUROS Y LAS POSESIONES DE LA MAYORÍA DE LAS CASAS RICAS. LA VIOLACIÓN, EL HOMICIDIO Y EL VANDALISMO TAMBIÉN ARRASARON LA CIUDAD EN LO QUE SE CONOCE COMO LA PRIMERA "LA VIOLACIÓN DE MANILA". EL 2 DE NOVIEMBRE 1762, DAWSONNE DRAKE DE LA COMPAÑÍA BRITÁNICA DE LAS INDIAS ORIENTALES ASUMIÓ LA GOBERNACIÓN COMO EL GOBERNADOR BRITÁNICO DE MANILA. LOS OBJETOS FUERON LLEVADOS POR DAWSONNE DRAKE Y SU SUCESOR, ALEXANDER DALRYMPLE, Y FINALMENTE TERMINARON EN EL MUSEO BRITÁNICO DE LONDRES O SUBASTADOS POR SOTHEBY.

Juan Gaytán, como se ha relatado, las había nombrado en 1555 como Mesa, Desgraciada, Olloa o los Monges. Eran los Majos en el mapa que Anson sustrajo del galeón de Manila en 1742. Los ingleses encontraron instrumentos de hierro a su llegada y, según el relato del marinero inglés John Nichol, después de Cook, los indígenas usaban palabras de raíz latina: TERRA PARA TIERRA, NUNA PARA LUNA, SOLA PARA SOL, OMA PARA HOMBRE, LEO PARA PERRO...   Filipinas, Formosa, Marianas, Carolinas, en un libro de texto escolar de 1858.  (8)

Sorprende el esfuerzo aplicado durante dos siglos para modificar el pasado. Cuando a los niños ingleses les enseñan en el colegio que el primero en dar la vuelta al mundo fue Drake, al hacerlo cincuenta años después que Juan Sebastián de Elcano es señal de que las fuentes historiográficas que se manejan en ese país no son de fiar.
Lo realmente sorprendente es que los españoles nos traguemos sin rechistar argumentaciones de boca del señor Kamen sobre nuestro pasado, mientras otros tergiversan la historia para esconder las deudas pendientes.

Lo cierto es que los españoles descubrieron América y medio mundo no por casualidad, sino porque tenían los mejores astrónomos, geógrafos, navegantes, médicos e ingenieros. Cuya ciencia se venía acumulando desde 300 años antes, cuando Alfonso X el Sabio funda la Escuela de Traductores de Toledo. Y la otra mitad del mundo la descubrió el país hermano, Portugal, que compartía el liderazgo científico con España, que ellos localizaban en la Escuela de Pilotage de Sagres, primer centro náutico del mundo, fundado por Enrique el Navegante. 

Tal era la competencia entre ambos países, y la ventaja que llevaban al resto, que se repartieron el mundo con el tratado de Tordesillas de 1494. España y Portugal, después de 800 años de reconquista contra los moros, estaban preparados para los descubrimientos y conquistas. Estaban curtidos en la guerra, en la mar y en las ciencias. Y frente a eso el mundo cayó como piezas de dominó, y no por casualidad como algunos afirman.
 José Antonio Crespo-Francés,  Coronel en situación de Reserva

Editó: LUIS OZDEN. Diciembre de 2014.
luisozden@yahoo.com

NOTAS:
(1) Desde 1527 los españoles de la Nueva España comenzaron las travesías del inmenso Mar del Sur u océano Pacífico en naves construidas en el litoral de Oajaca y con mano de obra indígena. Fue Álvaro de Saavedra Cerón, primo de Hernán Cortés el primer Capitán que alcanzó las Islas Molucas a bordo la “La Florida” después de dos meses y medio de navegación. En las Islas Filipinas encontró a los náufragos de la Armada de Jofre de Loaysa y Juan Sebastián Elcano, a quienes abasteció de lo necesario para su supervivencia.
(2) Los únicos logros de los ingleses han sido las rapiñas que han obtenido de los robos a los puertos y naves españolas desde los tiempos de Enrique VIII.
(3) El autor indica que Gaetano o Gaytán llegó a Nueva España en la “Armada para socorrer a Hernán Cortés en su conquista”. La única armada que llegó cuando Cortés estaba empeñado en la Conquista de los colhúas, fue la de Pánfilo de Narváez, y ésta llegó para combatir al conquistador no para socorrerlo.
(4) Los barcos que mandaba López de Villalobos eran los que había preparado Pedro de Alvarado para hacer la conquista las islas Molucas. Alvarado murió en Guadalajara  por un lamentable accidente en 4 de julio de 1541.
(5) Este viaje está relatado en mi texto  del blog de Historia Verdadera, datos basados en el libro “Monje y Marino” del Padre J. Cuevas , sobre la vida y descubrimientos de  Andrés de Urdaneta. Luis Ozden
(6) Es posible que estos náufragos españoles perdidos en la islas del sur fuesen los tripulantes de las  dos naves desaparecidas de la armada del primo de Cortés; Álvaro de Sayavedra Cerón.
(7) Esta historia está relatada en mi texto sobre la vida de Andrés de Urdaneta, descubrimiento de la Tor na vuelta. Luis Ozden (5)
(8) Longitud oeste del cabo San Lucas o San Blas. Tomada del Museo Naval en fotografía por Mr. M. Paske-Smith. Secciones del Mapa Anónimo mostrando las islas Hawaii una vez nombradas por Cook en el siglo XVIII con la anotación: "Estas islas fueron descubiertas por Juan de Gaitan en 1555, y las llamó Islas Mesa”. Hacia el este quedan reubicadas tal como hizo Cook al decir que “no las había encontrado” el grupo de Los Monges, La Mesa y La Desgraciada. Esta carta está datada por Beltran y Rozpide hacia finales del S. XVIII. Twenty-first Annual Report of the Hawaiian Historical Society,  For the Year 1912 With Papers Read at the Annual Meeting, January 11, 1913, HONOLULU, PARADISE OF THE PACIFIC PRESS, 1913. PAPERS of the HAWAIIAN HISTORICAL SOCIETY NUMBER 20, Papers read before The Society, November 18, 1938, Honolulu, Hawaii.


lunes, 8 de diciembre de 2014

Este año de 2014 que está por terminar se ha cumplido el 400 Aniversario del primer contacto entre Japón y México, en aquel entonces: la Nueva España.
ESTA FUÉ LA MISIÓN HASEKURA
  

El 28 de octubre de 1613, con la orden del señor de Sendai: Masamune Date, y con el consentimiento del Shogunato de Tokugawa, el samurái Tsunenaga Hasekura y el fraile franciscano Luis Sotelo, encabezando una tripulación de unas 180 personas, zarparon del puerto de Tsukinoura en el barco japonés “San Juan Bautista” rumbo a México, en ese entonces Nueva España. El principal propósito de la “Misión Hasekura” era el establecimiento de un comercio directo entre Japón y la Nueva España y el envío, desde ésta, de misioneros para propagar el cristianismo en el territorio de Sendai y adquirir tecnología para la producción de plata. 
El 25 de enero de 1614, después de un viaje de más de tres meses sobre el Océano Pacífico la tripulación de Hasekura arribó al puerto de Acapulco, el más grande de la Nueva España en aquel entonces, donde fueron recibidos por el representante del Virrey de la Nueva España. Así el 25 de enero de 2014 se conmemora el 400 aniversario del arribo de la primera misión comercial-diplomática que Japón envió a México.
El 24 de marzo de 1614, tras recorrer las ciudades de Chilpancingo, Iguala, Taxco y Cuernavaca, la “Misión Hasekura” llegó a la capital de la Nueva España, actual Ciudad de México, donde se entrevistó con el Virrey y el Arzobispo de México y ahí por lo menos 42 miembros de la delegación fueron bautizados en la Iglesia de San Francisco.
El 29 de mayo del mismo año, ésta delegación salió de la Ciudad de México y el 10 de junio, pasando la Ciudad de Puebla, Hasekura y unos veinte tripulantes partieron del Puerto  de San Juan de Ulúa, cerca de Veracruz, rumbo a Sevilla España, vía la Habana, con el propósito de conseguir el consentimiento y apoyo del Rey español y del Sumo Pontífice para el establecimiento de un comercio directo y el envío de misioneros.
 Hasekura se entrevistó con el rey Felipe III de España y el Sumo Pontífice Paulo V,  a quienes transmitió las misivas de su señor Masamune Date.
La “Misión Hasekura” volvió a México en 1617, y partió de Acapulco en abril de 1618, rumbo a Manila,  para finalmente pisar, de nuevo, las tierras de Sendai tras un viaje épico que duró siete años. No obstante, debido a los cambios en las políticas internas en Japón, como la prohibición del cristianismo y el aislamiento internacional, los propósitos de la “Misión Hasekura” no pudieron ser realizados y estos hechos históricos se quedaron en el olvido.
Las intenciones de la misión de la “Misión Hasekura” aún mantienen su actualidad en el contexto de las relaciones bilaterales México-Japón de hoy en día y existen lecciones sobre una visión global y la iniciativa diplomática pro activa que sostenían los japoneses en aquella época. Podríamos decir que uno de los sueños de Masamune Date, con la “Misión Hasekura”, se habría realizado aproximadamente 400 años después, a través del Acuerdo de Asociación Económica Japón-México.
El hecho de que Hasekura no se rindiera ante obstáculos para conseguir los objetivos de la misión, muestra el coraje y firmeza del auténtico espíritu samurái. Además la “Misión Hasekura” es pionera de la inmigración japonesa en México con aquellos tripulantes que se adaptaron a la sociedad mexicana y no regresaron a Japón.

CORIA Y HASEKURA TSUNENAGA

¿QUIEN FUE HASEKURA TSUNENAGA?

Hasekura Rokuemon Tsunenaga (nacido en 1571 y fallecido 7 de agosto 1622) fue un samurai japonés que prestó servicios al daimyo de la ciudad japonesa de Sendai, Date Masamune. Dirigió una misión diplomática a México y luego a Europa entre 1613 y 1620, regresando por último a Japón.
Fue el primer oficial japonés enviado a América y su viaje a Francia pasó a ser el primer caso registrado de contacto directo en las relaciones franco-japonesas.
A fin de establecer una relación comercial y solicitar el envío de misioneros cristianos, el fundador de Sendai,  Date Masamune, envió en 1613 una misión hacia Europa embarcada en el " San Juan Baustista", velero de estilo occidental, construido por el señorío de Sendai. El nombre de su Subdelegado fue Haskura Tsunenaga, vasallo de Masamune,  quien desembarcó primero en la ciudad de Acapulco  (México) cruzando el Océano Pacífico, en un galeón español, y luego se dirigió hacia Europa llegando el 20 de diciembre de 1614.
Visitó Madrid (España) y Roma (Italia) convirtiéndose así en el primer japonés que cruzó el Océano Atlántico.
La misión japonesa comandada por Hasekura, se entrevistó con el rey Felipe III de España, el 30 de enero de 1615, le trajo una carta de Date Masamune ofreciéndole un tratado. El Rey le respondió que haría lo posible para cumplir sus peticiones. 

En Italia, a dicha misión se le concedió una entrevista con el Sumo Pontífice. Su largo viaje terminó casi siete años después de su partida del Japón. Este es uno de los hechos más relevantes en la historia de la populosa ciudad japonesa de Sendai.
El embajador japonés, Hasekura, fue bautizado el 17 de febrero por personal de la capellanía real española con el nuevo nombre de Felipe Francisco Hasekura.
La misión partió de Sevilla hacia México en junio de 1617 después de un periodo de dos años en Europa, pero fue aquí cuando algunos japoneses decidieron quedarse en España, concretamente  en esta ciudad sevillana de Coria del Río, donde sus descendientes todavía conservan el apellido "Japón". 

LA SIMBIOSIS CORIANA

En la actualidad existen muchos ciudadanos que no solo poseen el adoptado apellido “Japón” como herencia transmitida de esos primeros japoneses que decidieron quedarse en nuestra localidad, sino que no resulta difícil adivinar en ellos/as ciertas facciones que corroboran su descendencia japonesa.
El prestigioso investigador, poeta y novelista coriano,  
Daniel Pineda Novo, gran conocedor de esta materia, asegura que el motivo principal que empujó a echar raíces a estos navegantes en nuestra ciudad, no fue otro que el encanto de las bellas mujeres que encontraron y el carácter abierto y hospitalario que le brindaron sus habitantes.

Por entonces, Coria  del Río, además de ser una sociedad con una economía básicamente agrícola, vivía manifiestamente volcada al río y de los frutos que el mismo ofrecía a su comunidad, siendo un importante puerto fluvial y comercial en el Guadalquivir, motivo que debió servir de canalizador de la fusión de ambas culturas. 

LA HERENCIA JAPONESA

Actualmente, podemos afirmar, que el coriano  hoy, es plenamente consciente del lazo que le une con el pueblo japonés.
Sabe que una gran cantidad de sus vecinos comparten la misma sangre, y se reconoce la figura del embajador japonés Haskura  como el catalizador de esa peculiar relación.
Desde que fue descubierta, nuestro Ayuntamiento ha velado por mantener el respeto y aumentar las relaciones culturales bilaterales con el gobierno japonés, a través de la figura de su embajador en España.
Un gran valedor de esta situación fue el desaparecido Virginio  Carvajal Japón, que comenzó indagando y terminó abanderando el movimiento cultural necesario que potenció y ayudó a descubrir este rastro indeleble que dejaron los japoneses en el tiempo.
En su reconocimiento, el 17 de noviembre del 2006 y tras su muerte, el embajador de Japón en España, el Sr. Matohite Yoshikawa,  en visita institucional, inauguró en el Centro Cultural de la Villa, una sala temática específica que lleva su nombre (Sala de Virginio Carvajal Japón), con la que la localidad, quiere rendir homenaje a esta ilustre vecino que dedicó tanto tiempo de su vida a investigar el origen del apellido Japón y que terminó fundando la Asociación Hispano-Japonesa de Coria del Río.
Esta nueva sala de cultura japonesa además de contar, entre otras cuestiones, con diversos objetos, fotografías, pinturas y artículos relacionados con la cultura nipona , dispone de una maqueta que representa la fiesta del cerezo, típica en el país oriental, imágenes de Virginio  Carvajal y de la estatua de Hasekura Tsunenaga que se encuentra situada en el Parque Carlos de Mesa de la localidad, junto al río Guadalquivir.
La sala también dispone de diverso material que la propia familia del desaparecido investigador ha cedido en calidad de préstamo a la Delegación de Cultura para su exposición en este nuevo espacio que refleja una parte importante y singular de la historia y cultura de Coria del Río. 


Con este mapa podemos ver perfectamente la ruta de los galeones españoles, que cruzaban los océanos Pacífico y Atlántico, desde  1527-28 cuando Hernán Cortés construyó las primeras naves en los astilleros del litoral novo hispano de la costa del Pacífico de la Nueva España para descubrir y llegar a Nueva Guinea, y el descubrimiento de la vuelta al puerto de Acapulco por el piloto y fraile Andrés de Urdaneta desde las Islas Filipinas en el año de 1564-65.
Por doscientos cincuenta años el Océano Pacífico fue un mar español y cientos de naves españolas comunicaron América con el Oriente asiático intercambiando entrambos mundos, personas, animales y plantas.  

Así como en Coria del  Río, España hay un monumento recordatorio del casi olvidado viaje del samurái japonés Hasekura; también en el puerto de Acapulco, México existo otro del mismo personaje. Valga este breve recordatorio como un homenaje a todos quienes participaron en esa odisea de hace cuatrocientos años. Editó: LUIS OZDEN

                                  FUENTE DE INFORMACIÓN:

Amistad presente
Hoy en día se valora la gran investigación pionera de Hasekura,  la cual se puede decir que fue la primera misión gubernamental en la historia de la conexión entre Europa y Japón.
En 1973 la ciudad de Acapulco se hermanó con la ciudad de Sendai,  que era territorio de Date, a quien sirvió Hasekura, y en 1978 con el pueblo Onjyuku, donde los pescadores salvaron a los marinos de Nueva España. En 1973 una estatua de Tsunenaga Hasekura fue  entregada a México por el gobierno japonés, la cual es una réplica de la de Sendai, hecha por un gran escultor Tyuryo Sato. Hoy existen estatuas de Hasekura en  varias ciudades del mundo, aquellas que él visitó en el camino de la misión: Sendai, Acapulco, Habana, Sevilla y Roma.
* Estudiante japonés de Español Intermedio 3
  CEPE-CU, UNAM , México, D.F.

Referencias:
Sendai City Museum, Date Masamune and Hasekura Tsunenaga,  Japón, 1999
Yasunori Morikawa,  El primer samurai que visitó México

         *__Ayuntamiento de Coria del Río. «Historia del apellido Japón». Web Oficial del Ayuntamiento de Coria del Río.