domingo, 6 de abril de 2014

EL PARTIDO LIBERAL MEXICANO y su antecedente EL LIBERALISMO.



El liberalismo es una doctrina que asume la defensa y la realización de la libertad en el campo político. Su antigüedad comienza  en la llamada “Edad Moderna”,  a fines del siglo XVII, todo el siglo XVIII  llamado por los filósofos Siglo de las Luces, de la Ilustración o tal vez del Iluminismo”, extendiéndose su vigencia a todo el siglo XIX y aún a las primeras décadas del XX. (1)

Los filósofos de la Ilustración quisieron la libertad humana a ultranza, sin límites, su crítica de todos los temas es total, ni siquiera los han detenido las tesis cartesianas que vedan esta crítica a los campos de la religión, de la política y  la moral. La Ilustración no acepta estas renuncias y lleva su crítica racional, a todo, endiosando la Razón Humana.

Al deísmo inglés se lo considera como la primera manifestación de la Ilustración  consistente en cuestionar la validez de la Religión. (2)

 A continuación los filósofos ingleses iniciaron la crítica política,  seguidos por los franceses y  los escritores de la Revolución de 1789. (3)

Los principios filosóficos de la Ilustración van, por tanto, contra el Orden establecido por el cristianismo en Europa desde la evangelización de los siglos V, VI y VII, pasando por la Edad Media y el Renacimiento, hasta antes del establecimiento del Protestantismo en el siglo XVI, cuando la religión católica era la norma de la vida en la sociedad entera. El régimen civil marchaba de acuerdo con el régimen religioso; la Monarquía con la Iglesia Católica.

También, junto a la Ilustración apareció el llamado Enciclopedismo como consecuencia de la especulación filosófica y crítica de todo lo creado que propone aquella. Pero el Enciclopedismo se concentra en el estudio de las ciencias y las artes, dando una especial importancia a la dialéctica.  Todo esto como contraposición al esquema enciclopédico que Aristóteles propone; las ciencias teóricas: filosofía, física y matemática y las ciencias prácticas: la ética, la política y las artes. Santo Tomás tomó el concepto aristotélico subordinándolo a la Teología, por tanto, la Ilustración y el Enciclopedismo se van a organizar como una corriente de pensamiento en oposición a la Cristiandad, atacando la religión  católica, y el sistema monárquico y económico  sobre el cual descansaba la sociedad. Esto es, a cuestionar la Tradición cristiana occidental, con bien estructuradas filosofías salidas de los pensadores protestantes: ingleses, franceses y alemanes principalmente (4)

Mientras, los enciclopedistas franceses cuyo espíritu “ilustrado” los llevó a adoptar un método sintético para llegar al saber positivo, fueron quienes mayormente influyeron en los filósofos, científicos y estadistas de las generaciones inmediatas y posteriores a la Revolución de 1789.

No debemos olvidar, por otra parte,  que la mayoría de los historiadores que tratan de esa época, soslayan las actividades de las sociedades discretas y secretas que siempre han existido a lo largo de la Historia, y cuyos miembros no aparecen como tales en los acontecimientos más relevantes. Ignorar a estas sociedades y a estos individuos es quedarse en la superficie del quehacer humano sin entender ni dar a entender a los lectores, el hilo conductor de lo que se relata. Entre las numerosas sociedades secretas estuvieron las logias masónicas como las más influyentes, a través de sus miembros enquistados alrededor de los gobernantes europeos. (5))

A partir del año 1717, tras la reunión de las cuatro principales logias europeas en la ciudad de Londres, se puede hablar ya, de una sola organización  MASÓNICA con diversos ritos u obediencias que hizo suyos todos los principios filosóficos del Liberalismo, es decir; la Ilustración y el Enciclopedismo, para llevar a cabo la destrucción de la Tradición del  Orden CatólicoEl Papado, el sistema Monárquico y la Milicia. (5.A)

El Liberalismo se define así mismo, como “una doctrina filosófica, política  y económica que practica la tolerancia en todos los órdenes”. Sin embargo, tiene que ser intolerante, con el llamado por el mismo Liberalismo como: Absolutismo. (6)
El Liberalismo parte del concepto según el cual “el conocimiento de la razón humana y, el derecho inalienable  a la acción y realización propia, libre y sin límites es el mejor sistema para satisfacer los deseos de la humanidad”. (7)
Exige la Libertad de pensamiento, la libertad política y económica partiendo de la libre concurrencia (competencia) y es contrario a las actuaciones estatales y religiosas. El Liberalismo es por tanto, partidario de las libertades individuales y de los pueblos.

Como doctrina política, el Liberalismo y su soporte la Masonería se concretaron en la Revolución angloamericana de 1776 y como consecuencia de ésta, en la Revolución francesa de 1789. Pocos años después; a principio del siglo XIX, influyeron en las guerras de independencia de los países de Hispanoamérica. Y para completar el cuadro de los enemigos de la Cristiandad durante el “Siglo  de las Luces”, se sumaron a este empeño los judíos talmúdicos. (8)

En el año de 1801 se fundó en la ciudad puerto de Charleston, Carolina del sur en los Estados Unidos de Norteamérica, la Logia de 6 judíos, cuyo presidente Esteban Morin era banquero de origen francés partidario y sostenedor de Napoleón Bonaparte, con el fin aparente, de organizar desde ese lugar norteamericano, las logias afines a los intereses de la Francia revolucionaria sin tener que tropezar con las monarquías europeas. (9)
En cuanto al Imperio Español, por su estructura católica, monárquica y aristocrática, era el fiel representante del “absolutismo” enemigo de las nuevas ideas, del Liberalismo y de los revolucionarios de toda laya.

Entonces, los revolucionarios franceses y su Jefe máximo Napoleón eran los indicados para deshacer en todas sus partes al viejo coloso; el Imperio Español. Por dentro, con los llamados “afrancesados” y por fuera atrayendo a sus hijos hispanoamericanos a logias obedientes al nuevo “Supremo Consejo de Charleston”. (10)

Serían los Estados Unidos de América la potencia beneficiada del trabajo del futuro emperador de los franceses. ¿No acaso la Revolución francesa era hija de la norteamericana? ¿No el hermano Lafayette, después de su actuación en la guerra de independencia americana, había regresado a la Francia con la escarapela tricolor de los yanquis en el sombrero, y la cabeza  llena de ideas de Libertad, Igualdad y Fraternidad? (11)

 Pero nada es casual en el mundo, hay un Plan Metafísico que dirige los acontecimientos humanos, aunque sean los seres humanos los ejecutores de ese Plan, para lo cual, el Creador les dio el Libre Albedrío; la libre voluntad con la cual pueden acertar o errar su camino. En el caso de los Estados Unidos, esta república fue planeada, proyectada, para servir a los intereses religiosos, políticos y económicos de los financieros judíos desde el siglo XVI, concretamente los de Amsterdam en Holanda, bajo la monarquía de Guillermo de Orange.

La razón de extenderme en detallar ciertos acontecimientos históricos que podrían interpretarse como superfluos, es porque  la mayoría de los tratados de Historia de México no se refieren a los orígenes y causas de la formación del Partido Liberal de Nueva España, haciendo creer a los lectores que las ideas de la Independencia han salido de los propios novohispanos como Hidalgo, Morelos, Allende, etc. o de los sudamericanos Miranda, Bolívar, San Martín o Sucre. Cuando en realidad ni  los franceses ni los españoles afiliados a la Masonería tuvieron la iniciativa de la libertad y progreso de los pueblos hispanoamericanos. Todas esas ideas románticamente falsas, las propiciaron Inglaterra y los norteamericanos para aprovecharse de las  actividades de los criollos hispanoamericanos, quedándose a fin de cuentas, con sus tierras y riquezas dejando a los pueblos indígenas más pobres y desamparados.

Desde 1783 cuando los Estados Unidos de América fueron reconocidos como una nación independiente y amiga, por las potencias de entonces: España, Francia e Inglaterra, en la “Paz de Versalles”, esta nación recién nacida, no cesó de crecer abriendo sus puertos a todos los que quisieran establecerse dentro de sus nuevas fronteras entre el litoral atlántico y la orilla derecha del río Mississippi proclamando la Libertad de creencias y trabajo; la Igualdad bajo sus leyes y la Fraternidad de todos los perseguidos por “absolutismo” europeo, vendiendo las antiguas tierras realengas y de los indios a todo el que quisiera cultivarlas.

Uno de los cuatro firmantes del Tratado de Versalles, don Pedro Pablo Abarca, Conde de Aranda embajador de España en París, escribió al rey Carlos III algo parecido a una profecía: “Con vuestra real autorización acabo de firmar algo que me inquieta: Hemos reconocido a una potencia que ha nacido pigmea pero que con el tiempo será un gigante que se olvidará de nuestra ayuda y nos sacará del continente comenzando por la rica y hermosa Nueva España que no podremos defenderla por su lejanía a más de ser limítrofe de ella…..”  (12)

Por su parte, Benjamín Franklin primer embajador de los Estados Unidos ante la Corte del rey Luis XVI de Francia, aparte de ser científico, era filósofo, gran Maestre de la Masonería, había elaborado una doctrina y un plan para engrandecer a su nación basándose en los principios revolucionarios de su religión calvinista presbiteriana y del liberalismo imperante en el siglo XVIII.

A esa doctrina y su consecuente plan los llamó: “El Destino Manifiesto Imperial  de la Nación Americana” siendo la base de la política que han seguido hasta la fecha (año 2011) todos los presidentes de los Estados Unidos de América con sus variaciones de partido.

Personalmente creo, que la fundación secreta de las primeras logias masónicas,  en las posesiones americanas del Imperio Español, fueron organizadas por agentes infiltrados provenientes de los Estados Unidos, Inglaterra, Francia y por los españoles afrancesados. Su labor propagandista de las ideas republicanas por medio de las sociedades secretas, encontraron acogida entre ciertos criollos ilustrados, tanto civiles, propietarios, nobles titulados como también eclesiásticos.
Por razón natural, no se puede investigar con detalle y a fondo lo relacionado con las sociedades secretas cuando el investigador no pertenece a ninguna de ellas, pero deduciendo lógicamente los hechos políticos y examinando los documentos encontrados se puede seguir el hilo de los acontecimientos.

“Ya desde 1804, los seguidores del banquero Esteban Morin dictaban medidas para facilitarle el camino a Napoleón Bonaparte, el camino de la usurpación de España, por medio de las traiciones de los afrancesados españoles” (13)

Reclutar a la gente idónea para la consecución del Plan Maestro para engrandecer a la República americana a costa de la destrucción del Imperio Español por dentro de sus instituciones, era primordial, así como apoderarse de la persona del débil rey Carlos IV. Para implantar las logias que obedecieran a la central de Charleston se emplearon, al menos, cuatro años. También, en 1806 funcionaba una logia en la ciudad de México donde varios individuos que posteriormente serían conocidos personajes de la Revolución de Independencia habían sido iniciados. (13)

En enero de 1807 se suscitó un incidente en Nueva Orleans que tuvo resonancia legal: Aaron Burr, un antiguo político yanqui protegido del presidente Thomas Jefferson, quien ya había sido llevado a juicio por el asesinato del honesto Alexander Hamilton, enfrentó otro juicio por “Traición a los Estados Unidos”, había concebido junto a incondicionales suyos, un plan para invadir la Nueva España por Texas, apoyados por una escuadra de barcos ingleses, llegar hasta la misma ciudad de México y con el consorcio de “innumerables” conjurados novohispanos hacerse elegir Rey o Emperador (¿?)  (13 A)

Por otra parte, entre la correspondencia de los virreyes había una carta del Intendente  Morales desde Panzacola, fechada el 12 de mayo de 1808 al virrey don Francisco Javier Iturrigaray, donde asentaba:

“Hace un año existía en Nueva Orleans un grupo considerable de individuos, cuyo fin era revolucionar el reino de Nueva España y, que tenía noticias fidedignas de que en la conjura había muchos eclesiásticos,” (13 B)

Además, existe en los archivos, especialmente en el de Indias en Sevilla, numerosas cartas del Ministro de  España en Filadelfia, Estados Unidos: don Luis de Onís. Quien daba cuenta a los funcionarios de la Corona de todos los movimientos que se preparaban en esa nación, con el fin de separar a Nueva España del Imperio Español. Fundar una república a su imagen y ponerla bajo su “protección”. Mientras  ocultaban sus planes haciendo creer a los criollos novohispanos e hispanoamericanos en general, que era Napoleón y sus revolucionarios quienes ambicionaban quedarse con el Imperio. Los políticos yanquis invitaban a los ilustrados novohispanos a ponerse bajo la protección de sus instituciones republicanas, “garantía contra las ambiciones europeas”.

 Llegando a este punto de la explicación, vemos cómo claramente, la  insurrección secreta de las directivas del Supremo Consejo de Charleston, se iba cumpliendo puntualmente. A los hispanoamericanos les llegaban invitaciones de diversos puntos: Londres, París, Cádiz y también Lisboa, pero todas se originaban en Charleston. Los hispanoamericanos estaban siendo bombardeados a dos fuegos porque  también Napoleón por su parte, ambicionaba gobernar el Imperio Español completo, sin compartirlo con Inglaterra ni con los Estados Unidos.


COMO ESPAÑA QUEDÓ SUJETA A LA OBEDIENCIA FRANCESA

Bajo el gobierno del valido Godoy, en 1805, hubo una alianza de España con la Francia napoleónica para repartirse Portugal, por lo cual entraron en guerra contra Inglaterra aliada de este Reino. Inglaterra había maquinado todo esto porque Bonaparte tenía el proyecto de invadir la Isla británica. Envió una armada al mando del almirante inglés Horacio Nelson quien derrotó a la escuadra franco-española en Trafalgar cerca de Cádiz,  en esa famosa batalla, España y Francia perdieron sus flotas, aunque Inglaterra perdió en la batalla a su almirante, y quedó dueña de los mares. Napoleón hubo de renunciar a su proyecto de invasión a la “pérfida” Albión, y España se quedó sin posibilidad de defender sus posesiones ultramarinas.
 Bonaparte no actuaba por sí mismo, obedecía a la Masonería, cuyo final objetivo, era la destrucción del Imperio Español, con ese aval, se decidió volver a atacar al reino de Portugal y repartirlo con todo y sus posesiones ultramarinas, con España, según decía, comenzó su engaño ofreciendo al Ministro Godoy hacerlo rey de los portugueses, Para todo ello, las tropas francesas tendrían que cruzar el territorio español,
En el palacio de Fontainebleau, Francia, se firmó el Tratado el 24 de octubre de 1807. Napoleón tomó, entonces, a la monarquía española en un puño, mientras sus tropas llevaban a cabo una auténtica invasión de la Península. El rey de Portugal y toda su corte se embarcaron en 20 naves para el Brasil alejándose de ese modo por muchos años de la política europea aunque con la idea oculta, de anexar al Brasil, a su debido tiempo, todo el Virreinato de la Plata. (13 B)

Efectivamente así ocurrió; Napoleón envió tropas que poco a poco avanzaron a varios puntos de la península española, mientras los “consejeros afrancesados”  provocaban disidencias entre  el rey Carlos VI y su hijo Fernando VII por la antipatía de éste a Manuel de Godoy. Al fin, tanto Carlos VI como Godoy comprendieron la situación en que se encontraban sus personas.  Ya invadida la España por todas partes, el Ministro propuso a la familia real que se trasladara a Nueva España. (13 C)

Cuando se preparaba la huida del Monarca, hacia el Nuevo Mundo, el pueblo azuzado por agentes napoleónicos, rodeó el palacio de Aranjuez para impedir la salida del Rey.  Manuel de Godoy quedó preso y  Carlos IV abdicó la Corona en su hijo Fernando el 19 de marzo de 1808. (13 D)

“Las tropas francesas se hallaban a pocas leguas de Madrid y al tener, el pueblo de Aranjuez, donde se hallaba la corte, noticia de lo que pasaba, se indignó contra el favorito Godoy creyéndolo de acuerdo con Napoleón para entregarle la España. El pueblo se amotinó contra él…”
“Las noticias de los acontecimientos de Aranjuez se recibieron en la ciudad de México el 8 de junio de 1808, Indescriptible fue el regocijo que causó la caída de Godoy y la proclamación del nuevo monarca….” (13 E)

Novohispanos y peninsulares se felicitaron por el advenimiento al trono de Fernando VII. Mientras el virrey Iturrigaray, nombrado por Godoy, se ausentó de la ciudad para que el pueblo celebrara la caída del mal gobierno encabezado por Godoy ministro del débil rey Carlos IV.

 Después sucedió en España, algo inaudito, algo así como un juego de niños, como un sainete, pero de una trascendencia capital y desastrosa:
 Napoleón Bonaparte se trasladó  a Bayona población de los Pirineos franceses, a donde atrajo al flamante rey Fernando VII y al rey Carlos para una entrevista, ahí  pidió  a Fernando que liberase al ministro Godoy. Fernando accedió. Pero el asunto no quedó ahí, Napoleón jugaba con la familia real borbónica y presionaba con sus tropas establecidas por toda España de común acuerdo con los masones españoles afrancesados, instalados en puestos estratégicos a la espera de las órdenes del emperador de los franceses.

Bajo presión, Bonaparte logró que Fernando devolviese la Corona a su padre, Carlos IV, éste a su vez, se la ofreció a Napoleón,  quien  de inmediato,  se la pasó a su hermano José,  usurpando  éste, el venerable trono de España y sus Indias.
Carlos y Fernando  fueron llevados prisioneros al Castillo de Valençay en Francia. Una verdadera catástrofe política y social se había concretado en ese año aciago. Todo el Imperio Español se resquebrajaba como lo había planeado el Supremo Consejo de Charleston en los Estados Unidos. (14)

Acto seguido, Napoleón emprendió la invasión formal de España, dispuesto a destruir su Tradición Católica y a imponer los postulados de la Revolución: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
José I Bonaparte hermano mayor de Napoleón, Gran Maestre de la Masonería formó su gabinete entre los afrancesados,  dos de ellos, virreyes de Nueva España: el quincuagésimo cuarto virrey Miguel José de Azanza y el último “virrey” Juan de Odonojú, ambos encumbrados masones. (14 A)

 Las Logias masónicas españolas reconocieron al hermano de Napoleón, no así los verdaderos patriotas compuestos por: la antigua Aristocracia, la Iglesia Católica y el Pueblo llano españoles, quienes, lamentablemente,  cayeron en la trampa que les tendió la Masonería formando astutamente la Junta Nacional “patriótica” en Andalucía para dirigir (al fracaso) la lucha de resistencia al invasor por si los patriotas españoles realmente pudieran hacer frente al invasor. En Sevilla y Cádiz se establecieron un Gobierno y unas Cortes masónicos. (15)

NOTA: Me he extendido en estos antecedentes, porque son necesarios para que el lector comprenda fácilmente la secuencia que ha llevado a crear el Partido Liberal Mexicano desde sus orígenes en las ideas de la Ilustración y el Enciclopedismo hasta su instalación entre los criollos “ilustrados” de Nueva España: Luis Ozden

La secular animadversión entre los españoles peninsulares y los criollos explotada por enemigos internos y foráneos del Imperio para destrozarlo había cristalizado hacia los últimos años del siglo XVIII en dos partidos no oficiales, subterráneos, compuestos por masones de diversos ritos, que los acontecimientos de Bayona definieron claramente: El Partido europeo y el Partido Americano. Sin haber sido una regla estricta; los europeos llegaron a formar, al comenzar el siglo XIX, el Partido Conservador y los hispano americanos el Partido Liberal.

Mientras en la Antigua España se formaban las juntas de gobierno para organizar la resistencia; en la Nueva España todo quedó como paralizado. Los habitantes en general estuvieron de acuerdo en no obedecer a José I pero los individuos con puestos públicos, muchos eclesiásticos y los ricos de nuevo cuño, se pusieron en movimiento para tomar posiciones. Sin embargo el consenso general fue apoyar a Fernando VII en su prisión de Francia.

En Nueva España era virrey don José de Iturrigaray y Aróstegui desde 1803,  era afrancesado, nombrado por Manuel Godoy, con la consigna de acercarse al Partido Americano, Pero habiéndose encendido el fervor patriótico entre los  españoles peninsulares no masones, no le quedó otra salida que acercarse ocultamente, al Partido Americano pues estaba al tanto del Plan Maestro para separar a Nueva España con él como gobernante.

En cuanto el Virrey dio a leer públicamente las Gacetas llegadas de España a la ciudad de México dando cuenta de la prisión de la familia real y la invasión de los franceses. Se manifestó un ambiente de indecisión entre los cuerpos de mando; La Real Audiencia, el Ayuntamiento de la ciudad y el Virrey Iturrigaray sobre lo que se había de llevar a cabo en tan urgente y peligrosa situación para la Nueva España por sumarse a esta catástrofe, la noticia de que, desde Inglaterra, había salido una Armada al mando del general Arthur Wellington con el fin de llegar hasta Nueva España.

De todos los liberales pro americanos, fueron cabeza, los regidores del Ayuntamiento Francisco Primo de Verdad y Ramos y don José Francisco de Azcárate y Ledezma Duque de Atlixco, quienes el 12 de septiembre de 1808 propusieron se convocara a todos los ayuntamientos del Reino para formar un Gobierno provisional, un Congreso Nacional, que tuviera su origen en “la soberanía popular”. Curioso lenguaje tomado de las ideas liberales revolucionarias de los Ilustrados.

 Por una coincidencia, en Nueva Orleans, habíase elaborado un plan para separar la Nueva España del Imperio Español. Entre los documentos que coleccionó don Genaro García para celebrar el Centenario del “grito” de Hidalgo, existe uno  del 22 de julio de 1808 en que el virrey Iturrigaray pide a don Benito Pérez que despache un barco a los Estados Unidos de América para comprar armas en ese país y “defender a Nueva España, supuestamente de los franceses pues se decía que ya estaba nombrado el Marqués de Saint Simon para gobernar el Reino”. Entre esos documentos hay varios escritos de personas influyentes del Virreinato que constantemente enviaban al Virrey, dando noticias de lo que se tramaba, y por las cuales se puede ver el estado de efervescencia en que se encontraba la población. (16)

El 9 de agosto se formó en la ciudad de México la Junta General, cuya acta dice reconocer a las Juntas aprobadas por Fernando VII en tanto no se restituya la Monarquía. También se reconoce en la persona del Virrey al legal y verdadero lugarteniente de su Majestad, así como a la Real Audiencia y  autoridades constituidas. El Acta va firmada por el Virrey, el arzobispo Francisco Javier Lizana y Beaumont, y todas las fuerzas vivas del Virreinato. (16 A)

El 1º de septiembre se hace una convocatoria para celebrar un Congreso General asistiendo los representantes de todos los Ayuntamientos del Reino. Previa a esta Junta, 58 personalidades de lo más granado de la capital encabezados por el síndico Fco. Primo de Verdad, desconocieron a las Juntas de Sevilla y Oviedo, reconociendo solamente a la persona de Fernando VII.

El 12 de septiembre, en ese Congreso; de común acuerdo con los integrantes del Ayuntamiento, el síndico  Lic. Primo Verdad  abogaba por el derecho a la soberanía del Ayuntamiento a favor del “pueblo americano”. El Virrey estuvo de acuerdo con el Ayuntamiento en contra del parecer de la Real Audiencia, el Arzobispo y la aristocracia criolla que se opusieron a las proposiciones de Primo Verdad y de Francisco Javier Ascárate, Duque de Atlixco.

Ese día  12 de septiembre de 1808 fue importante por muchas razones, especialmente para el Estudio de la Historia de México, porque salieron a la luz pública  los integrantes del  Partido liberal que en Nueva España se había ido formando con los  individuos, masones,  que constantemente llegaban de forma clandestina,  de Francia, España o los Estados Unidos y aún desde Inglaterra como el año anterior de 1807 en Buenos Aires. Para reunir a ciertos criollos novohispanos a la Masonería del Rito de York o del Escocés, dependiente del  Supremo Consejo de Charleston.
Los tres días siguientes fueron de aparente calma pero en la madrugada del 16 de septiembre (curiosa  coincidencia con el “grito” de Hidalgo, sólo que con resultados  contrarios),  el alférez de la guardia del Palacio virreinal, Juan Manuel de Salaverría , quien ya había tratado el asunto con don Gabriel de Yermo vascongado como él,  rico hacendado y comerciante de la capital,  En compañía de éste  y de otros comerciantes, se  concertaron con casi trescientas  personas de confianza, entraron hasta las habitaciones del Virrey y sus allegados tomándolos por sorpresa, los pusieron presos.

 A las pocas horas ya estaban en Palacio: la Real Audiencia, el Arzobispo y los magistrados quienes de común acuerdo (Real Acuerdo) dieron el Gobierno al octogenario Mariscal de Campo don Pedro Garibay por ser el oficial de más alta graduación en la Capital, a más de tener una conducta intachable incapaz de traicionar a nadie.  Mientras tanto, la virreina y sus hijos menores fueron conducidos al convento de San Bernardo y el virrey con sus hijos mayores al Tribunal de la Inquisición de la Plaza de Santo Domingo para interrogarlos. Después de un juicio relativamente corto fue absuelto de la acusación de ser traidor a su patria, luego, remitido a Veracruz para embarcarlo a España, quedando sus cuantiosos bienes embargados, sobre todo los cuatro cientos mil pesos del fondo del azogue en el Palacio de Minería”.

Para la custodia del ex virrey y su familia a Veracruz se encargó de todo don Gabriel Yermo, quien comisionó al alférez Salaverría para cumplirla. Éste , después capitán,  escribió una interesante crónica dirigida al entonces virrey, don Félix Ma. Calleja, fechada el 12 de agosto de 1816  en la cual, relata su versión de los hechos. Relación digna de crédito de la que expondré varios puntos. (17 A)

De ella, y del Diario de México, publicado en Guadalajara en 1872, así como la cita que hizo don Lucas Alamán en su “Historia de México” se refieren a que la viuda y los hijos de don José de Iturrigaray pasaron a México, ya hecha la independencia en 1824, para pedir al Congreso Mexicano la restitución de sus bienes, haciendo valer los méritos que el difunto don José de Iturrigaray había contraído con México por haber sido “primer autor y promovedor de la Independencia”. “De este modo, haciendo valer una traición que Iturrugaray había negado siempre, consiguieron su viuda e hijos que se les dejase el fruto del peculado que no podía ponerse en duda….” El Congreso Mejicano en 1824 mandó que se sobreseyese  el cumplimiento de la sentencia, y que se dejasen libres a la familia de Iturrigaray los cuantiosos fondos puestos en Minería. La viuda doña Inés de Jáuregui murió en México y los hijos marcharon a Europa, no sin haberse llevado los autos de la causa formada a su padre….. (18 A)

 Todo lo anterior nos prueba, que efectivamente, había un plan secreto (de la Masonería, ritos escocés y yorkino ), para separar la Nueva España de la Antigua; nombrando a Iturrigaray gobernante de Nueva España separada, con el apoyo del Partido Liberal (Antecesor del Partido americano).
Regresando a los hechos del 15 de septiembre referido, casi inmediatamente después del golpe de Estado y de la prisión del virrey, fueron hechos prisioneros los licenciados Fco. Primo Verdad y Ramos, José Antonio del Cristo y Francisco Azcarate duque de Atlixco, el canónigo José Mariano  Beristain, al Abad José Cisneros de la Colegiata de Guadalupe y Fray Melchor de Talamantes sacerdote peruano; por denuncias de ser  partidarios de desunir el Imperio Español.  De entre los interrogatorios a que fueron sometidos  los acusados y de los papeles que se les encontraron en sus domicilios había un  Plan que fue achacado a  Melchor de Talamantes, por sus escritos y relaciones con el virrey Iturrigaray. (18)

 El virrey José Iturrigaray había propuesto junto con Primo Verdad y el Lic. Azcárate la formación de un Congreso de todos los ayuntamientos de Nueva España, quien regiría el Virreinato, hasta la liberación de Fernando VII, como ya hemos apuntado.
Pero esta representación completa  de los ayuntamientos del Reino era el instrumento para independizar Nueva España, siguiendo ocultamente, las directivas del Supremo Consejo de Charleston, en beneficio ulterior de los Estados Unidos de Norteamérica.

Por lo que se infiere que en 1808 el Supremo Consejo de Charleston tenía todo preparado para el levantamiento de los criollos hispanoamericanos. Sin embargo, los acontecimientos referidos anteriormente  y la resistencia del auténtico pueblo español  de la Península y las Indias, cambiaron las estrategias.
La acción de los comerciantes de la ciudad de México dirigidos por Gabriel del Yermo para apresar al Virrey Iturrigaray, con la consiguiente alerta en que se puso el Virreinato, detuvo momentáneamente la revolución de los criollos masones, pero como las directivas de Charleston eran terminantes en separar la Nueva España del Imperio, siguieron los intentos. Las Gacetas y la voz de la calle hacían creer al pueblo que los españoles peninsulares a los que se llamaba “gachupines” querían entregar el Imperio a Napoleón. 

Al siguiente año, los liberales volvieron a tratar de rebelarse en la ciudad de Valladolid de Michoacán. Todo estaba preparado para hace restallar la Revolución, esta vez armada. Sus jefes eran  el padre franciscano Fray Vicente de Santa María, el teniente Mariano Michelena, el capitán José Ma. García Obeso y el padre Manuel Ruiz de Chávez entre otros, para levantarse el 19 de diciembre de 1809. 

Por coincidencia, en noviembre de 1809, el Ministro de España en los Estados Unidos, envió una carta urgente al Capitán General de Cuba diciendo que
En Nueva Orleans hay una Junta compuesta por españoles, americanos y franceses para revolucionar a Nueva España de acuerdo con otras Juntas en Veracruz y México.” (19)               

La conjura de Valladolid fue descubierta por una denuncia a las autoridades, sus miembros apresados, pero el nuevo Virrey Arzobispo Lizana y Beaumont solamente les dio la ciudad por cárcel. Suave castigo, que trajo como consecuencia el “Grito” de Hidalgo al siguiente año de 1810.

A partir de 1809 la penetración yanqui en los asuntos de Nueva España,  se fue haciendo cada vez más evidente, tanto, que las siguientes  insurrecciones: la  de Hidalgo y Allende entre 1810-1811, la de Morelos entre 1812-1815, la de Mina en 1817, hasta la de Guerrero entre 1818-1819 contaron con asesores y voluntarios norteamericanos, ayudando con esto,  a la consolidación del Partido Liberal pro americano integrado por masones del rito de York.

Según el investigador don Antonio Gibaja y Patrón; todos esos movimientos revolucionarios formaron en realidad uno solo, compuesto de cuatro etapas para la destrucción completa de la Nueva España:

La primera: el desgastamiento de su poderío entre 1808 y 1817.
La segunda: la Independencia de 1817 a 1821. Destrucción del lazo familiar con España.
La tercera: la formación del primer gobierno nacionalista mexicano entre 1821 a 1823 y su destrucción por la intervención de las logias.
La cuarta: el establecimiento de la República Democrática y Liberal imitación de la yanqui, en 1824, con la creación de su primera Constitución liberal masónica.


CONCLUSIÓN

En las páginas anteriores, he sintetizado la historia verdadera de la creación del Partido Liberal Mexicano, hasta su toma del poder político de manera antidemocrática: el 2 de octubre de 1824, la jura de la Constitución, luego, el día 4, a sugerencia del gobierno de los Estados Unidos de América a través de las Logias,  con el nombramiento de Guadalupe Victoria, seudónimo de Manuel  Fernández Félix, como el primer presidente de la Republica de los Estados Unidos Mexicanos.  En este individuo, la Masonería intentó conjuntar a los ritos europeo y americano.
El Partido Liberal, con sus postulados antinacionalistas ha sido apoyado, desde entonces,  por los gobiernos masónicos y protestantes de los Estados Unidos  de América, hasta este siglo XXI. Para ser ariete contra las tradiciones católicas, hispánicas y nacionalistas del pueblo mexicano. El Partido Liberal Mexicano, se ha convertido, (en sus más de doscientos años de vida), en una élite antidemocrática y dictatorial que ha mantenido sojuzgado al pueblo, puesto en perpetua efervescencia, con guerras intestinas, persecuciones sangrientas, francas o solapadas. Con el robo instituido en regla para los que algo tenían y el desmantelamiento de los templos católicos en todo el país, apoderándose de todas las obras de arte que el pueblo en su devoción regaló con mucho sacrificio. El Partido Liberal en su conjunto es el inventor de una historia falsa del pueblo mexicano, adquirida de la Leyenda Negra protestante y puritana.
Este Partido sostenido por la Masonería yanqui, tiene sus héroes liberales, individuos contrarios a la realidad del pueblo católico, y que ha colocado en los “altares” de la patria, haciendo creer que son los héroes  de la nación, por haber sido éstos, sus seguidores incondicionales.
Liberales y masones han sido la gran mayoría de los jefes de gobierno de México, los más notorios por su fanatismo han sido:
Guadalupe Victoria, alias de Manuel Fernández Félix-10 octubre 1824 al 1º abril de 1829-; fanático de la Logia. De ser proclive al hispano americanismo bolivariano (bajo la protección inglesa), pasó a ser incondicional del gobierno yanqui y enemigo de la cultura hispana.
Antonio López de Santana, liberal o conservador según le convenía, nueve veces presidente por auto imposición, sin elección alguna, perdedor de las guerras arregladas con los norteamericanos entre -el 16 de mayo 1833 y  el 9 de agosto de 1855-. Masón desde 1822.
Valentín Gómez Farías, cuatro veces Vicepresidente en funciones de presidente, entre el 16 de diciembre de 1833 y el 21 de marzo de 1847. Masón del rito de York, ideólogo y ejecutor de las primeras leyes anticatólicas contra el pueblo mexicano inspiradas desde las Logias de Nueva York y Nueva Orleans.

 Benito Juárez García,  dos veces presidente irregular entre el 19 de enero de 1858 y el 18 de julio de 1872. Irregular, porque no fue electo por el pueblo mexicano, y por haber salido del país, una vez, sin la aprobación de su Congreso. Puede considerarse a Juárez presidente del Partido Liberal Mexicano pero no del pueblo de México, masón grado 33 del rito de York; proclamó en 1857 la primera Constitución política que no menciona a Dios, derivada de sus Leyes de Reforma que atentan contra la vida de la Religión del pueblo mexicano y de su Iglesia, la familia y el Estado. Impuso una sangrienta dictadura contra los católicos y contra quien se atreviera a desobedecer sus injustos decretos. Efectuó el robo de los cuantiosos bienes que el pueblo había depositado en su Iglesia a lo largo de más de tres siglos, la destrucción sistemática de las obras de arte. Además, sus grandes traiciones al país por medio de Tratados con los Estados Unidos; sus múltiples asesinatos de los oponentes. Los más notorios fueron los fusilamientos del Emperador Maximiliano y sus dos principales generales católicos: Miguel Miramón Tarelo y Tomás Mejía, mandó fusilar también al general Joaquín Miramón Tarelo. Juárez nunca estuvo en batalla alguna, siempre huyendo y escondido, pero con la venia de los gobiernos yanquis.

Sebastián Lerdo de Tejada, presidente entre el 18 de julio de 1872 y  el 20 de noviembre de 1876. Protegido por Juárez, fanático liberal, masón del rito de York, enemigo radical de la religión del pueblo mexicano y de su Iglesia; dio el rango Constitucional a las Leyes juaristas. Enemigo de Porfirio Díaz, quien finalmente lo hizo huir a los Estados Unidos donde murió.

Venustiano Carranza Garza, masón grado 33, siendo gobernador de Coahuila, desconoció al presidente Victoriano Huerta con el Plan de Guadalupe y se autonombró “Primer Jefe del ejército constitucionalista” llamado así por defender la Constitución juarista de 1857. Presidente parcial entre el 20 de agosto de 1914 y el 21 de mayo de 1920; durante su desafortunada gestión. Para mantener su título de Primer Jefe, combatió a todos los cabecillas revolucionarios del momento, causando la mayor destrucción y ruina del país, y de todas las capas de la población. Carranza logra que su Congreso proclame una Carta Magna con una nueva Constitución en 5 de febrero de 1917.

El 1º de mayo de 1917, con la aprobación de un Congreso parcial a su persona, Carranza toma posesión de la Presidencia de México ante la inconformidad de los revoltosos Zapata y Villa, además del ambicioso eje norteño: De la Huerta, Obregón y Calles, quienes con armas adquiridas en los Estados Unidos también querían la presidencia del país. En esta época entra en juego el movimiento de las logias masónicas para dar el golpe final a las tradiciones religiosas ancestrales del pueblo mexicano. Directivas éstas de la política yanqui para instaurar en México el sistema comunista de manera experimental, antes que en Rusia.

Al comenzar el año de 1920, todas las facciones de la Revolución anticristiana quisieron tomar su parte y por diferentes flancos se acercan a la capital de la República para derrocar a Carranza, quien no podía hacerles frente porque  ya había perdido su ascendiente en el ejército. El antiguo Jefe del ejército huye a Veracruz a bordo de un  tren especial que es interceptado, y Venustiano Carranza muere asesinado.
Álvaro Obregón, presidente del 1º de diciembre de 1920 al 30 de noviembre de 1924, masón liberal con inclinaciones por el socialismo, ateo sin embozo, perseguidor constante  de la religión del pueblo mexicano y de su Iglesia llegando a propiciar los sacrilegios.

Junto a su secretario de Gobernación Elías Calles, acordó con los Estados Unidos varios tratados ignominiosos para la soberanía y la economía de México.  Son bien conocidos los Tratados de Bucareli. Obregón  propició la reforma de la Constitución de 1917 para poder reelegirse, lo que logró para hacerla efectiva después de la gestión de su Secretario Elías Calles.
Terminó su período de cuatro años en 1924, pero ya electo para el futuro periodo de 1928 al 1932, fue ajusticiado a balazos por un joven católico el 17 de julio de 1928.

Plutarco Elías Calles, presidente del 1º de diciembre de 1924 al 30 de noviembre de 1928, masón; eminencia gris del desgobierno de Obregón, tomó la presidencia con la consigna masónica de “acabar con el Catolicismo en México”, sus leyes, particularmente una, ocasionó que los Obispos cerraran los templos por falta de garantías. Para completar el cuadro prohibió, bajo amenazas de multas y cárcel, que el pueblo católico mexicano celebrara la Santa Misa, bautismos y matrimonios, y diera asilo a los sacerdotes en las casas particulares. Todo eso causó indignación general; provocó la guerra con los Cristeros, el asesinato de Obregón, el levantamiento de una parte del ejército y la candidatura del Licenciado José Vasconcelos revolucionario moderado quien prometía derogar las leyes marxistas. La guerra Cristera duró de 1926 a1929. Durante esos años surgieron incontables levantamientos causando el mayor derramamiento de sangre católica, pero también cientos de mártires y muchos santos por la Fe en Cristo Rey.

El tirano Plutarco Elías Calles, seguía las consignas de los gobiernos de los presidentes yanquis protestantes y masones: Calvin Coolidge (1923-1930) y Herbert Hoover su continuador en la presidencia. Calles, al terminar su período de poder, siguió gobernando con los cuatro siguientes títeres: Portes Gil, Ortiz Rubio, Abelardo Rodríguez y Lázaro Cárdenas a quienes aplicaba la incongruente llamada “Revolución Institucional”. (20)

Lázaro Cárdenas del Río del 1º de diciembre de 1934 al 30 de noviembre de 1940.  Gran Maestre de la Gran Logia Masónica del Valle de México. Comunista solapado, implementó la educación socialista en todas las escuelas del país, prohibiendo la enseñanza de la Religión Católica. Cárdenas encauzó y fiscalizó por muchos sexenios, la conducta revolucionaria de los siguientes 5 presidentes mexicanos hasta su muerte en 1970. Se sacudió la tutela de Elías Calles, para aceptar como su jefe al maestre masón, comunista velado: Franklin D. Roosevelt. Entre las directivas que Roosevelt “sugirió” a Cárdenas estaba la de cambiar de tácticas dirigiéndose a corromper a la niñez con la enseñanza atea, y “expropiar” los pozos petroleros, a las compañías privadas mayormente europeas, con miras a controlar los carburantes necesarios para la guerra inminente contra Alemania. (20)

Todos los jefes de gobierno nombrados como los más notorios,  aplicaron brutalmente al pueblo católico mexicano, durante sus gestiones presidenciales, las directivas de la Revolución liberal masónica e internacional. Sin embargo, desde 1940 al siglo XXI se han sucedido cada seis años, 12 presidentes liberales, pacíficamente, sin asonadas ni desordenes de partidos, Porque ya solamente existe un solo Partido, con su ala de “derecha” y su ala de “izquierda”, todos sujetos a los postulados de la Revolución anticristiana. Para el pueblo mexicano se ha inventado otra falacia: La Revolución “Institucional”, una especie de dictadura silenciosa y encubierta, que como un cáncer maligno, ha corrompido hasta los tuétanos a la nación mexicana entera.

LUIS OZDEN
Noviembre de 2013.




CITAS, EXPLICACIONES Y BIBLIOGRAFÍA:

(1)  Según Emmanuel Kant, “La Ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad … Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside  en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella….” (Immanuel Kant, ¿Qué es la Ilustración?, 1784.)

(2) Es la doctrina de una religión natural o racional fundada en la manifestación natural de que la divinidad hace de sí misma a la razón del hombre, y no en una revelación histórica. El deísmo es un aspecto de la Ilustración de la que es parte integrante.  Diccionario de Filosofía, Nicola Abbagniano, “Fondo de Cultura Económica” México-Buenos Aires, 1966.

(3) Para este trabajo, tomamos el término “Revolución” como la violenta y rápida destrucción de un régimen político. “El único significado preciso del término es el político, que adquirió en el siglo XVIII”. Diccionario de Filosofía.
Tomando en cuenta esta definición, vemos, que los únicos movimientos sociales que  pueden ser llamados Revolución son: el inglés de Cromwell, el norteamericano de 1776, el francés de 1889 y el ruso de 1917. 

(4)  Adam Smith, Isaac Newton, Hume, Voltaire, Diderot, DAlambert, Montesquieu, Diderot, Wolf, Kant, etc.

(5) El diccionario Católico Tradicional adjunto a la Biblia de Mons. Juan Straubinger da una definición muy completa de la que entresaco algunos conceptos.  “Organización secreta de carácter fraternal que pretende trabajar por el bien de la humanidad y la unificación del género humano”.Desde sus principios en la Edad Media, sus características eran gremiales  y profesionales, y la jerarquía de aprendiz, artesano  y maestro correspondía a la capacidad de sus artesanos”. “Sus miembros se caracterizaban por su devoción a Dios, a los santos y a Santa Iglesia”. 
 Pero con el paso de los siglos  pasaron de ser sociedades meramente artesanales admitiendo toda clase de personas,  y a ser sociedades filosóficas  especulativas, perdieron a fe y se ocultaron para fines  políticos.  El cambio ocurrió en Inglaterra,  las asociaciones se llamaron clubes o logias entre los siglos XVI y XVII. Para la siguiente centuria ya intervenían casi exclusivamente en la política. La Masonería se “ilustró” con las ideas liberales y tomó claramente su dirección anticatólica, y en 1738, el Papa Clemente XII emitió una carta donde excomulgaba a los miembros de esas asociaciones.

(5.A) “Resulta indudable que la Masonería conocida y padecida en nuestros tiempos arranca de 1717 y, más concretamente, de día 24 de junio de tal año, fecha en que los pastores protestantes James Anderson y Jean Theophil Desaguiliers, junto con Anthony Sayer, Goerge Payne y John duque de Montagut pusieron los cimientos a la organización que desde sus primeros instantes, representaba un movimiento espiritual producido en 1641, en que Conmenius postrer obispo de los “Hermanos Bohemios” pretendía construir una asociación cuya finalidad era “La construcción del Templo de la Sabiduría Universal, según las ideas, normas y leyes del Supremo Arquitecto del Dios Omnipotente” Obra del investigador español don Eduardo Comín Colomer; “Lo que España debe a la Masonería” Editora Nacional, Madrid,  España. MCMLII.

(6) Para los liberales el “absolutismo” comprende al Orden Cristiano por ser dogmático, jerárquico y aristocrático.

(7) El Liberalismo llevado al extremo entra en el campo del individualismo, que a su vez el individualismo se convierte en anarquía. En siglo XVIII va a realizar  la defensa de una determinada clase social,  la Burguesía.

(8) La predicación de Jesucristo y su sacrificio en el Calvario dividió al pueblo judío en dos partes enemigas irreconciliables. Quienes lo reconocieron como el Mesías y Dios mismo, siguiendo su Doctrina se convirtieron en cristianos, mientras  los que lo rechazaron fueron responsables de su muerte quedaron como enemigos a muerte de la nueva religión. Estos, perdieron su Templo en el año 70 a manos de los romanos y nunca más, pudieron rehacerlo hasta el día de hoy (siglo XXI) quedándoles solamente las sinagogas como centros de enseñanza a partir del siglo I. Las leyes de Moisés o Thorá fueron reinterpretadas de manera materialista conformando su conducta con el Talmud en el cual, se desprestigia  atacando con odio, la Religión de Cristo y a los cristianos. Ellos, los judíos talmúdicos, perdieron el Reino espiritual quedándose solamente con el reino material hasta el fin de los tiempos.  “Apuntes sobre el Destino Manifiesto angloamericano”.  2005, Luis G. Pérez de León.

(9) “El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, conforme a una de las versiones más dignas de crédito se instaló en 1801, en Charleston, Carolina del Sur con las ideas de un banquero judío llamado Esteban Morin que nombró rápidamente delegados y representantes para que lo extendieran por todo el mundo. Uno de estos dignatarios fue el conde de Grasse-Tilly, que lo introdujo en España para cooperar al afrancesamiento de las logias, al propio tiempo que daba vigor a las de los patriotas, con el fin de que si el golpe napoleónico llegaba a fracasar, como así ocurrió, la masonería tuviera posiciones fuertes desde las que podría realizar su obra desintegradora”. Eduardo Comín Colomer, “Lo que España debe a la Masoneía”.

 (10) “Con Esteban Morin y otros cinco banqueros todos judíos: Jean Mitchel, Federico Dalco, Emile de la Motte, Abraham Alexander e Isaac Auld”.  “Los nuevos jerarcas supremos de la francmasonería justificaron el establecimiento de la Sede en América, al decir que: siendo aquel  país un pueblo joven, sin otra historia que la nacida de su independencia, no estarían sometidos a las naturales corrientes políticas de los pueblos que, contando con un bagaje tradicional, pueden oponerse a la universalidad defendida por las logias”. Eduardo Comín Colomer, obra citada.
Fundaron la Logia de Charleston el Carolina del Sur, USA. En el paralelo 33 latitud norte, del “Rito Escocés Antiguo y Aceptado” consistente en  33 grados de “sabiduría”.  Luis Ozden

(11) “El Destino Manifiesto Angloamericano es de Origen Calvinista” Apuntes, Luis G. Pérez de León.

(12) “Revoluciones Sociales de México” Tomo I, Antonio Gibaja y Patrón, Editorial Tradición, 1983.

(13) “Revoluciones Sociales de México” Tomo I, Cap. XIV. Antonio Gibaja y Patrón; Ed. Tradición 1983

(13 A) “Colección de Documentos Históricos  Mexicanos, Colección de Genaro García. Ed. Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1910 Tomo I, Parte única, pag. 1.

(13 B) “Revoluciones Sociales de México” Tomo I, cap. XIV, Antonio Gibaja y Patrón, Ed.Tradición, 1983.

(13 C) En la Nueva España ya se sabían los planes para llevar a la familia Real a México. Para preparar el recibimiento se mandó fundir la estatua ecuestre de Carlos IV, obra de arte existente a la entrada al Paseo de Bucareli y actualmente en la Plaza del Palacio de Minería. Carlos IV aparece con el pliego, en su mano derecha, del documento previo al envío de la vacuna contra la malaria.

(14) El maestro masón Richard E. Chism, norteamericano, en su obra “Masonic history of  Mexico” afirma que en 1806 se formó en la ciudad de México una Logia masónica del rito de York, es decir, de obediencia inglesa,  que en ese año en la casa No. 5 de la calle de las Ratas (hoy Bolívar) fueron iniciados .Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Miguel Domínguez Corregidor de Querétaro y otros. El maestro masón Dr. Julián  Gascón grado 33 del rito Escocés Antiguo y Aceptado en su obrita: “Los primeros masones y la fundación del Supremo Consejo de México” escribe exactamente lo miso·  “Semblanza de Miguel Hidalgo y Costilla” Año 2010, Luis Ozden.

(14 A) “Colección de Documentos Históricos Mexicanos” Genaro García. Tomo I, obra citada.

(15) “Lo que España debe a la Masonería”, Eduardo Comín Colomer. Ed. Nacional, Madrid – 1952,

(16) “Colección de Documentos Históricos Mexicanos” Genaro García, Tomo II, Ed. ”SIB” 1910

(17 y 17 A) “Colección de Documentos Históricos Mexicanos” Genaro García. Ed.  ”Secretaría de Instrucción y Bellas Artes” 1910. Tomo II, Parte III, Cap. CXXIII.

(18) “Colección de Documentos Históricos Mexicanos” Obra citada Cap. CXXVI. “Noticia muy exacta de lo acaecido en México la noche del 15 de septiembre de 1808”.

(18 A) “Historia de México”, Tomo I, cap. VI pags. 266-267, Lucas Alamán. Fondo de Cultura Económico, ed.  Facsimilar, 1985.

(19) “Revoluciones Sociales de México” Tomo I, cap. XV, Gibaja y Patrón, obra citada

(20) “México Chantajeado”.  Salvador Borrego E., Edición propia, 2013.