sábado, 20 de diciembre de 2014

HAWAII Y SUS AUTÉNTICOS DESCUBRIDORES.
UN PASADO ESPAÑOL.

                 Merece la pena publicar en nuestro Blog de la Verdadera Historia de México, este texto de 
don José Antonio Crespo-Francés sobre la verdad histórica del descubrimiento de las Islas Hawai, y que, como muchísimos episodios de nuestra historia hispanoamericana, han estado falseados y oscurecidos por los historiadores a sueldo del sistema liberal antiespañol, enquistados en los programas escolares del todo el continente americano y de las naciones europeas.
Desde hace dos siglos ha sido así, para denigrarnos, después de esparcir por el mundo la Leyenda Negra antiespañola; verdadero “Árbol de Odio” con que los gobiernos anglosajones y protestantes de Inglaterra, Holanda y los Estados Unidos han dirigido su propaganda, tratando de  ocultar sus guerras, robos, piraterías y mentiras contra el Orbe católico hispano.
Este interesante texto está en  la línea de nuestro blog, que revindica la Hispanidad: Luis Ozden.

Detalle del Pacífico Norte en ASIAE NOVA DESCRIPTIO de Abraham Ortelius, 1570. Baja California arriba a la derecha y el grupo isleño de Los Monjes a la derecha en el centro.

                                       

 Hablemos hoy en estas líneas de un mito, del descubrimiento anglosajón de las islas Hawai y de los españoles olvidados que llegaron primero.
Durante más de  200 años,  fueron cientos de galeones de Manila viajaron desde el actual México a Filipinas, con su ruta discurriendo al sur de las islas hawaianas. Y, sin embargo no hay registros históricos sobre algún contacto entre ambas culturas.
Aunque Henry Kamen sostiene que los españoles no tenían la capacidad de explorar el océano Pacífico, los galeones españoles dominaron el comercio transpacífico durante dos siglos y medio, y fueron expediciones españolas las que descubrieron la ruta entre América y Asia. (1)
Fueron navegantes españoles los que descubrieron las Marianas, las Carolinas y las Filipinas en el Pacífico Norte, así como las Tuvalu, las Marquesas, las Salomón y Nueva Guinea en el Pacífico Sur.
Expediciones españolas en busca de la TERRA AUSTRALIS también descubrieron las Islas Pitcairn y las Nuevas Hébridas, hoy Vanuatu, en el siglo XVII. Todavía hoy la isla principal del archipiélago de las Vanuatu se llama Espíritu Santo, bautizada así por Pedro Fernández de Quirós en 1606 y donde encontramos también las islas Torres y la de Pentecostés.
Es cierto que Cook llegó a Hawaii, archipiélago al que llamó Sandwich por el patrocinador de su expedición, en 1778 pero… ¿fue el primero tal como se enseña a los niños anglosajones? Lo que sí es cierto es que navegó con mapas españoles y portugueses y dado que no pudo nombrar lo que ya estaba nombrado con topónimos españoles en el Pacífico Noroeste desde California hasta Alaska, lo intentó en medio del Pacífico, sin que con ello queramos restar grandeza a sus logros. (2)
Lo que sí debemos dejar claro es que con verdaderos cascarones de nuez, Ruy López de Villalobos partió desde Acapulco en 1542 llevando como piloto al sevillano Juan Gaetano o Gaytán, que describió LAS ISLAS DEL REY, luego Hawaii en 1555, siendo el primer europeo que allí llegó.
Torreperojil, pequeña localidad ubicada en un inmenso mar de olivos junto Úbeda, puede presumir de que uno de sus convecinos descubrió para el mundo occidental el archipiélago que más lejos se encuentra de cualquier tierra firme, a más de 3.611 km de América y 5.074 del continente asiático, fuera de las corrientes marinas que bañan ambos continentes y motivo de su aislamiento.
Cuando Gaitán era mozo corría por toda España la fiebre del descubrimiento y todo joven amante del riesgo, soñaba con cruzar el Atlántico para hallar riquezas y escapar de la miseria rural. Se enrola primero en la flota destinada a socorrer a Hernán Cortés empeñado en la conquista de México. (3)
En 1533 inicia sus aventuras marineras por la «Mar del Sur», hasta conocer al malagueño Villalobos. Cuatrocientos hombres embarcan en cuatro naves, un bergantín y una goleta, en el Puerto de Juan Gallego, conocido como de Navidad, partiendo en noviembre de 1542 la víspera de Todos los Santos. (4)
La flota navega hacia poniente, para alcanzar en algo más de una semana la isla Anublada, donde hacen una breve escala con el fin de reponer sus siempre escasos alimentos frescos, rellenar sus pipas de agua dulce y acopiar leña.
Descubren la Isla de Santo Tomas, la Anublada y Roca Partida, en las islas Revillagigedo. Este primer descubrimiento les anima a seguir manteniendo el mismo rumbo, los alisios de este interminable océano, que en estas latitudes soplan permanentemente hacia el oeste, les permiten sacar todas sus velas al viento.
Siempre acompañados de buena meteorología van dejando tras de sí, después de seis semanas de navegación, navegando al norte y luego al oeste una estela que alcanza los 4.074 km que les llevaría hasta las Marshall, pero antes habían desembarcado en un desconocido grupo de islas, las que conforman el archipiélago Hawaii, a las que ellos denominan ISLAS DEL REY, como isla MESA, por la Montaña de Mauna-Loa, DESGRACIADA, que coincide con Maui, VECINA y LOS MONJES, hoy llamadas Kahoolawe, Lanai y Molokai, donde aún vemos colonias de focas monje, FARFANA y LOS VOLCANES, reflejadas en el mapa de Ortelius de 1587. Incluso Laperousse reafirma que la isla que tiene el volcán Mauna Loa por su forma debió de mantener el nombre de Mesa.
Este primer descubrimiento les anima a seguir manteniendo el mismo rumbo, los alisios de este interminable océano, que en estas latitudes soplan, permanentemente hacia el oeste, les permiten sacar todas sus velas al viento.

Este grupo isleño nombrado en español, aparecerá en todos los mapas, originales y copias, hasta el siglo XVIII y era el que llevaba Cook en su cartografía.
Cuando caminan por sus valles y sus montañas, les llama muchísimo la atención la flora y la fauna que pueblan estas lejanas tierras, y entre los frutos que se atreven a probar, destaca uno de ellos, que luego pasó a ser el objetivo de numerosas expediciones marítimas, aquel que produce el llamado «árbol del pan», ya que cuando lo comen les recuerda el sabor de aquellos chuscos elaborados con harina de trigo que comían en España.
La historia anglosajona atribuye el descubrimiento de este archipiélago a Cook 236 años después de que arribara nuestro personaje. Sus cronistas no quieren ver que antes de esta fecha ya se habían publicado numerosas cartas marinas, la primera de ellas fechada en 1551, firmadas por cartógrafos españoles, portugueses, holandeses, italianos y franceses, en las que se puede ver un archipiélago situado en puntos cercanos al lugar que éstas ocupan en el globo terráqueo, y no se puede argumentar que representen otros grupos de islas, ya que hay que alejarse cientos de millas de Hawaii para poder encontrar nuevas tierras, por lo tanto su identificación no alberga duda.
Cook afirma en su diario derrotero que no encontró tales islas a las que cita pues estaban situadas en los mapas que llevaba, las coloca desplazadas en el nuevo mapa que dibuja afirmando que no las encuentra, pero que en cambio ha visto estas islas nuevas a las que renombra, rebautizándolas y apropiándose de su descubrimiento. Además se muestra sorprendido del atuendo floral indígena de capa corta con colores rojo y amarillo, imitando al terciopelo, y casquete con plumero, y al ver objetos metálicos en poder de los nativos similares a puntas de alabardas o refuerzos metálicos como los que se colocaban en las bordas de las naves del XVII para apoyar las culebrinas.
Pero sigamos con Gaitán y (Villalobos) tras alcanzar Filipinas, donde pierde dos de sus barcos y tiene que enfrentarse en diversas ocasiones a los indios que pueblan la isla de Sarangani, que se oponen a que se aprovisionen de agua y alimentos. Muchos son los tripulantes que pierden su vida en estos encuentros y no sabemos si uno de ellos fue este piloto sevillano. (5) 

 Debido al secretismo español, si los españoles encontraron Hawaii, no publicaron sus resultados y el descubrimiento habría permanecido desconocido de la misma manera que se mantuvo en secreto EL TORNAVIAJE y la existencia del inmenso continente australiano del que seguro los pilotos portugueses tenían conocimiento de su existencia.

La llegada española es acorde con las tradiciones indígenas que en el siglo XVIII conservaban memoria de islas flotantes con hombres blancos. En la Enciclopedia Universal de Espasa leemos: los primeros blancos que allí llegaron fueron náufragos españoles en 1527 que se quedaron y se mezclaron con los nativos, que en 1555 las islas fueron visitadas por Gaytán y en 1567 Mendaña determinó su exacta posición. (6) Datos conocidos por Cook cuando las visitó en 1778. Villalobos al navegar hacia el sur y el occidente alcanza Filipinas, sigue navegando hasta las Molucas, e intenta el regreso sin lograrlo. (7)

Después de 1565, la nueva ruta de Andrés de Urdaneta permitió a los galeones de Manila navegar regularmente entre México y Filipinas. Estas rutas se mantuvieron en secreto como protección ante los piratas ingleses y holandeses.
Abundando en el tema, William Ellis, un escritor y misionero en el siglo XIX en Hawaii, registró varios cuentos populares sobre extranjeros que habrían visitado las islas antes del contacto con Cook. Según el escritor hawaiano Herb Kawainui Kane, una de estas historias dice:
“Siete extranjeros que desembarcaron ocho generaciones anteriores en la bahía Kealakekua en un barco pintado con un toldo o dosel sobre la popa. Iban vestidos con prendas de vestir de blanco y amarillo, y uno llevaba una espada a un lado y una pluma en el sombrero. Al desembarcar, se arrodilló en oración. Los hawaianos, más útiles con los más indefensos, los recibieron amablemente. Los extranjeros en última instancia se casaron con las hijas de las familias de los jefes, pero sus nombres no pudieron ser incluidos en las genealogías.
Lo cierto es que podemos afirmar que un naufragio pone en evidencia la historia oficial de los viajes de Cook tal como citamos en estas líneas. La cartografía española capturada en Manila, y recopilada por Alexander Dalrymple, aporta nuevos elementos para reivindicar el pasado español de Hawai, otros destinados a documentar relaciones cartográficas de las costas. La Compañía lo nombró hidrógrafo. Nacido el 24 de julio de 1737 y fallecido el 19 de junio de 1808.


Dalrymple2 geógrafo y botánico escocés, hermano del jurisconsulto David Dalrymple, se incorporó de joven a la Compañía Británica de las Indias Orientales. Realizó varios viajes de exploración en el archipiélago indonesio. GARCÍA CALERO, Jesús: Cartografía Pacífico robada en Manila, ABC 29.09.2013:http://www.abc.es/cultura/20130929/abci-cook-hawaii-espanna-201309282215.html. (8)

Cuando Dalrymple publicó su colección Histórica de los varios viajes y descubrimientos en el océano Pacífico del Sur, entre 1770 y 1771, se despertó un gran interés por la existencia de un continente desconocido del que ya hablaban Quirós y Váez de Torres. Esto llevó a Cook a emprender otro viaje hacia el Pacífico sur.
Sus observaciones contribuyeron al éxito del primer viaje de James Cook alrededor del mundo. Publicó en 1767 y en 1768 sendos libros sobre sus observaciones en el océano Pacífico.

En 1769, publicó un plan para extender el comercio de Gran Bretaña en esa región. Lo más importante para nosotros es que en 1770 llevó a cabo la compilación y traducción de relatos de viajes de navegantes españoles, compilación que se traducirá, en versión abreviada, al francés en 1774. Estuvo embarcado en la búsqueda de un continente meridional y se sintió amargamente decepcionado cuando seleccionaron a Cook, en su lugar, como comandante de la expedición que encontraría Australia, en 1770, en base a los conocimientos y cartografía ibérica. Durante su vida produjo millares de cartas náuticas que contribuyeron perceptiblemente a la seguridad de la navegación..

El pasado español de las Hawaii, poco o mal conocido tanto por España como fuera de ella y sistemáticamente obviado, como todo lo relacionado con las exploraciones españolas, por la historiografía anglosajona, cobra actualidad de la mano de un investigador que ultima un trabajo ampliamente documentado que cambiará elementos importantes de lo que hasta el momento conocemos sobre la preparación de los viajes de James Cook y entre otras cosas de cómo consiguió la información que le llevó al “descubrimiento de Hawaii” después de 250 años de navegación española por esas aguas y cuyo legado sobre ese inmenso océano aún no se conoce bien y que fue nombrado como el Mar Español.

La investigación del abogado José María Lancho tiene su punto de partida en un juzgado de Hawaii. Allí de nuevo los restos de un naufragio significan mucho más de lo que querrían los cazatesoros. La compañía Kohala Coast Enterprises (KCE), afirma haber hallado el 23 de noviembre de 2011 lo que sin duda es un pecio de origen español y ha pedido al juez que mantenga en secreto el lugar y le otorgue derechos exclusivos de explotación.
Pero en una carta a Gary Crothers, consejero delegado de KCE, la agencia estadounidense para el océano (NOAA) le advierte de que EE.UU. debe cooperar con los Gobiernos sobre la excavación de sus naufragios, por lo que se deja entrever que muestra su preocupación por la posibilidad de consultar o cooperar con el Gobierno de España. Maris Pacifici (quod vulgò mar del zur) cum regionibus circumiacentibus, insulisâque in eodem passim sparsis, noviss.
El abogado se puso a investigar y halló un asunto cultural de mayor profundidad, como son las zonas de sombra que rodean los «descubrimientos» de Cook.

El marino es, merecidamente, un mito naval, pero el aura intocable no se compadece con los documentos que José María Lancho ha podido encajar como un puzzle. Y la arqueología puede estar a punto de poner en evidencia lo que la historiografía  nunca quiso alumbrar y que se resume así: 

PRIMERO: Que la cartografía española guardada en Manila y tomada por los Ingleses en 1762 hizo posible que el «Endeavour» navegase directamente hacia sus grandes objetivos en un mar desconocido, confirmando la tesis del historiador Agustín Rodríguez González; y en segundo lugar que hubo una persona fundamental, que fue Alexander Dalrymple, quien proporcionó a Cook los mapas y preparó el viaje, desde mucho antes de que el Almirantazgo lo eligiera.

De la misma forma que Drake solo pudo dar la vuelta al mundo utilizando pilotos españoles secuestrados, como afirma Rodríguez González, sin la toma de Manila habrían sido imposibles los viajes de Cook», opina Lancho, que ha podido analizar escritos apenas tenidos en cuenta por la historiografía inglesa.

En 1767, un año antes del viaje, Dalrymple se compara a Colón y Magallanes, sus modelos, admite que la exploración del Pacífico es su pasión y su dedicación desde 1759 y también que «adquirió, entre los españoles, algunos papeles muy valiosos, e indicios de autores españoles en la materia, cuyas obras también se procuró», según confiesa hablando de sí mismo en tercera persona.

Dalrymple  había estado en Manila, llegando a ser gobernador, y llevaba mucho tiempo recopilando información desconocida para los británicos y tenía más experiencia que nadie, por lo que se postula para capitanear el viaje.

Pero el Almirantazgo precisaba para la empresa un héroe limpio, sin sospechas de espionaje, ni de deudas intelectuales con una potencia enemiga. Ese iba a ser Cook, que aún no era ni teniente.

La ocupación británica de Manila entre 1762 y 1764 fue un episodio en la historia colonial de Filipinas, cuando el Reino de Gran Bretaña ocupó la capital colonial española de Manila y el principal puerto cerca de Cavite.
  
La resistencia del gobierno colonial español provisional establecido por los miembros de la Real Audiencia de Manila y sus aliados filipinos impidió que las fuerzas británicas tomaran el control del territorio más allá de los pueblos vecinos de Manila y Cavite. La ocupación británica terminó como parte del acuerdo de paz de la Guerra de los Siete Años.
UNA VEZ MANILA  CAÍDA EN MANOS BRITÁNICAS, LAS IGLESIAS Y LAS OFICINAS GUBERNAMENTALES Y ASTILLEROS FUERON SAQUEADOS, SE TOMARON LOS OBJETOS DE VALOR, DOCUMENTOS HISTÓRICOS, MANUSCRITOS, MAPAS, LAS PINTURAS DE LOS GOBERNADORES GENERALES, EL CONTENIDO DE LAS IGLESIAS INTRAMUROS Y LAS POSESIONES DE LA MAYORÍA DE LAS CASAS RICAS. LA VIOLACIÓN, EL HOMICIDIO Y EL VANDALISMO TAMBIÉN ARRASARON LA CIUDAD EN LO QUE SE CONOCE COMO LA PRIMERA "LA VIOLACIÓN DE MANILA". EL 2 DE NOVIEMBRE 1762, DAWSONNE DRAKE DE LA COMPAÑÍA BRITÁNICA DE LAS INDIAS ORIENTALES ASUMIÓ LA GOBERNACIÓN COMO EL GOBERNADOR BRITÁNICO DE MANILA. LOS OBJETOS FUERON LLEVADOS POR DAWSONNE DRAKE Y SU SUCESOR, ALEXANDER DALRYMPLE, Y FINALMENTE TERMINARON EN EL MUSEO BRITÁNICO DE LONDRES O SUBASTADOS POR SOTHEBY.

Juan Gaytán, como se ha relatado, las había nombrado en 1555 como Mesa, Desgraciada, Olloa o los Monges. Eran los Majos en el mapa que Anson sustrajo del galeón de Manila en 1742. Los ingleses encontraron instrumentos de hierro a su llegada y, según el relato del marinero inglés John Nichol, después de Cook, los indígenas usaban palabras de raíz latina: TERRA PARA TIERRA, NUNA PARA LUNA, SOLA PARA SOL, OMA PARA HOMBRE, LEO PARA PERRO...   Filipinas, Formosa, Marianas, Carolinas, en un libro de texto escolar de 1858.  (8)

Sorprende el esfuerzo aplicado durante dos siglos para modificar el pasado. Cuando a los niños ingleses les enseñan en el colegio que el primero en dar la vuelta al mundo fue Drake, al hacerlo cincuenta años después que Juan Sebastián de Elcano es señal de que las fuentes historiográficas que se manejan en ese país no son de fiar.
Lo realmente sorprendente es que los españoles nos traguemos sin rechistar argumentaciones de boca del señor Kamen sobre nuestro pasado, mientras otros tergiversan la historia para esconder las deudas pendientes.

Lo cierto es que los españoles descubrieron América y medio mundo no por casualidad, sino porque tenían los mejores astrónomos, geógrafos, navegantes, médicos e ingenieros. Cuya ciencia se venía acumulando desde 300 años antes, cuando Alfonso X el Sabio funda la Escuela de Traductores de Toledo. Y la otra mitad del mundo la descubrió el país hermano, Portugal, que compartía el liderazgo científico con España, que ellos localizaban en la Escuela de Pilotage de Sagres, primer centro náutico del mundo, fundado por Enrique el Navegante. 

Tal era la competencia entre ambos países, y la ventaja que llevaban al resto, que se repartieron el mundo con el tratado de Tordesillas de 1494. España y Portugal, después de 800 años de reconquista contra los moros, estaban preparados para los descubrimientos y conquistas. Estaban curtidos en la guerra, en la mar y en las ciencias. Y frente a eso el mundo cayó como piezas de dominó, y no por casualidad como algunos afirman.
 José Antonio Crespo-Francés,  Coronel en situación de Reserva

Editó: LUIS OZDEN. Diciembre de 2014.
luisozden@yahoo.com

NOTAS:
(1) Desde 1527 los españoles de la Nueva España comenzaron las travesías del inmenso Mar del Sur u océano Pacífico en naves construidas en el litoral de Oajaca y con mano de obra indígena. Fue Álvaro de Saavedra Cerón, primo de Hernán Cortés el primer Capitán que alcanzó las Islas Molucas a bordo la “La Florida” después de dos meses y medio de navegación. En las Islas Filipinas encontró a los náufragos de la Armada de Jofre de Loaysa y Juan Sebastián Elcano, a quienes abasteció de lo necesario para su supervivencia.
(2) Los únicos logros de los ingleses han sido las rapiñas que han obtenido de los robos a los puertos y naves españolas desde los tiempos de Enrique VIII.
(3) El autor indica que Gaetano o Gaytán llegó a Nueva España en la “Armada para socorrer a Hernán Cortés en su conquista”. La única armada que llegó cuando Cortés estaba empeñado en la Conquista de los colhúas, fue la de Pánfilo de Narváez, y ésta llegó para combatir al conquistador no para socorrerlo.
(4) Los barcos que mandaba López de Villalobos eran los que había preparado Pedro de Alvarado para hacer la conquista las islas Molucas. Alvarado murió en Guadalajara  por un lamentable accidente en 4 de julio de 1541.
(5) Este viaje está relatado en mi texto  del blog de Historia Verdadera, datos basados en el libro “Monje y Marino” del Padre J. Cuevas , sobre la vida y descubrimientos de  Andrés de Urdaneta. Luis Ozden
(6) Es posible que estos náufragos españoles perdidos en la islas del sur fuesen los tripulantes de las  dos naves desaparecidas de la armada del primo de Cortés; Álvaro de Sayavedra Cerón.
(7) Esta historia está relatada en mi texto sobre la vida de Andrés de Urdaneta, descubrimiento de la Tor na vuelta. Luis Ozden (5)
(8) Longitud oeste del cabo San Lucas o San Blas. Tomada del Museo Naval en fotografía por Mr. M. Paske-Smith. Secciones del Mapa Anónimo mostrando las islas Hawaii una vez nombradas por Cook en el siglo XVIII con la anotación: "Estas islas fueron descubiertas por Juan de Gaitan en 1555, y las llamó Islas Mesa”. Hacia el este quedan reubicadas tal como hizo Cook al decir que “no las había encontrado” el grupo de Los Monges, La Mesa y La Desgraciada. Esta carta está datada por Beltran y Rozpide hacia finales del S. XVIII. Twenty-first Annual Report of the Hawaiian Historical Society,  For the Year 1912 With Papers Read at the Annual Meeting, January 11, 1913, HONOLULU, PARADISE OF THE PACIFIC PRESS, 1913. PAPERS of the HAWAIIAN HISTORICAL SOCIETY NUMBER 20, Papers read before The Society, November 18, 1938, Honolulu, Hawaii.


lunes, 8 de diciembre de 2014

Este año de 2014 que está por terminar se ha cumplido el 400 Aniversario del primer contacto entre Japón y México, en aquel entonces: la Nueva España.
ESTA FUÉ LA MISIÓN HASEKURA
  

El 28 de octubre de 1613, con la orden del señor de Sendai: Masamune Date, y con el consentimiento del Shogunato de Tokugawa, el samurái Tsunenaga Hasekura y el fraile franciscano Luis Sotelo, encabezando una tripulación de unas 180 personas, zarparon del puerto de Tsukinoura en el barco japonés “San Juan Bautista” rumbo a México, en ese entonces Nueva España. El principal propósito de la “Misión Hasekura” era el establecimiento de un comercio directo entre Japón y la Nueva España y el envío, desde ésta, de misioneros para propagar el cristianismo en el territorio de Sendai y adquirir tecnología para la producción de plata. 
El 25 de enero de 1614, después de un viaje de más de tres meses sobre el Océano Pacífico la tripulación de Hasekura arribó al puerto de Acapulco, el más grande de la Nueva España en aquel entonces, donde fueron recibidos por el representante del Virrey de la Nueva España. Así el 25 de enero de 2014 se conmemora el 400 aniversario del arribo de la primera misión comercial-diplomática que Japón envió a México.
El 24 de marzo de 1614, tras recorrer las ciudades de Chilpancingo, Iguala, Taxco y Cuernavaca, la “Misión Hasekura” llegó a la capital de la Nueva España, actual Ciudad de México, donde se entrevistó con el Virrey y el Arzobispo de México y ahí por lo menos 42 miembros de la delegación fueron bautizados en la Iglesia de San Francisco.
El 29 de mayo del mismo año, ésta delegación salió de la Ciudad de México y el 10 de junio, pasando la Ciudad de Puebla, Hasekura y unos veinte tripulantes partieron del Puerto  de San Juan de Ulúa, cerca de Veracruz, rumbo a Sevilla España, vía la Habana, con el propósito de conseguir el consentimiento y apoyo del Rey español y del Sumo Pontífice para el establecimiento de un comercio directo y el envío de misioneros.
 Hasekura se entrevistó con el rey Felipe III de España y el Sumo Pontífice Paulo V,  a quienes transmitió las misivas de su señor Masamune Date.
La “Misión Hasekura” volvió a México en 1617, y partió de Acapulco en abril de 1618, rumbo a Manila,  para finalmente pisar, de nuevo, las tierras de Sendai tras un viaje épico que duró siete años. No obstante, debido a los cambios en las políticas internas en Japón, como la prohibición del cristianismo y el aislamiento internacional, los propósitos de la “Misión Hasekura” no pudieron ser realizados y estos hechos históricos se quedaron en el olvido.
Las intenciones de la misión de la “Misión Hasekura” aún mantienen su actualidad en el contexto de las relaciones bilaterales México-Japón de hoy en día y existen lecciones sobre una visión global y la iniciativa diplomática pro activa que sostenían los japoneses en aquella época. Podríamos decir que uno de los sueños de Masamune Date, con la “Misión Hasekura”, se habría realizado aproximadamente 400 años después, a través del Acuerdo de Asociación Económica Japón-México.
El hecho de que Hasekura no se rindiera ante obstáculos para conseguir los objetivos de la misión, muestra el coraje y firmeza del auténtico espíritu samurái. Además la “Misión Hasekura” es pionera de la inmigración japonesa en México con aquellos tripulantes que se adaptaron a la sociedad mexicana y no regresaron a Japón.

CORIA Y HASEKURA TSUNENAGA

¿QUIEN FUE HASEKURA TSUNENAGA?

Hasekura Rokuemon Tsunenaga (nacido en 1571 y fallecido 7 de agosto 1622) fue un samurai japonés que prestó servicios al daimyo de la ciudad japonesa de Sendai, Date Masamune. Dirigió una misión diplomática a México y luego a Europa entre 1613 y 1620, regresando por último a Japón.
Fue el primer oficial japonés enviado a América y su viaje a Francia pasó a ser el primer caso registrado de contacto directo en las relaciones franco-japonesas.
A fin de establecer una relación comercial y solicitar el envío de misioneros cristianos, el fundador de Sendai,  Date Masamune, envió en 1613 una misión hacia Europa embarcada en el " San Juan Baustista", velero de estilo occidental, construido por el señorío de Sendai. El nombre de su Subdelegado fue Haskura Tsunenaga, vasallo de Masamune,  quien desembarcó primero en la ciudad de Acapulco  (México) cruzando el Océano Pacífico, en un galeón español, y luego se dirigió hacia Europa llegando el 20 de diciembre de 1614.
Visitó Madrid (España) y Roma (Italia) convirtiéndose así en el primer japonés que cruzó el Océano Atlántico.
La misión japonesa comandada por Hasekura, se entrevistó con el rey Felipe III de España, el 30 de enero de 1615, le trajo una carta de Date Masamune ofreciéndole un tratado. El Rey le respondió que haría lo posible para cumplir sus peticiones. 

En Italia, a dicha misión se le concedió una entrevista con el Sumo Pontífice. Su largo viaje terminó casi siete años después de su partida del Japón. Este es uno de los hechos más relevantes en la historia de la populosa ciudad japonesa de Sendai.
El embajador japonés, Hasekura, fue bautizado el 17 de febrero por personal de la capellanía real española con el nuevo nombre de Felipe Francisco Hasekura.
La misión partió de Sevilla hacia México en junio de 1617 después de un periodo de dos años en Europa, pero fue aquí cuando algunos japoneses decidieron quedarse en España, concretamente  en esta ciudad sevillana de Coria del Río, donde sus descendientes todavía conservan el apellido "Japón". 

LA SIMBIOSIS CORIANA

En la actualidad existen muchos ciudadanos que no solo poseen el adoptado apellido “Japón” como herencia transmitida de esos primeros japoneses que decidieron quedarse en nuestra localidad, sino que no resulta difícil adivinar en ellos/as ciertas facciones que corroboran su descendencia japonesa.
El prestigioso investigador, poeta y novelista coriano,  
Daniel Pineda Novo, gran conocedor de esta materia, asegura que el motivo principal que empujó a echar raíces a estos navegantes en nuestra ciudad, no fue otro que el encanto de las bellas mujeres que encontraron y el carácter abierto y hospitalario que le brindaron sus habitantes.

Por entonces, Coria  del Río, además de ser una sociedad con una economía básicamente agrícola, vivía manifiestamente volcada al río y de los frutos que el mismo ofrecía a su comunidad, siendo un importante puerto fluvial y comercial en el Guadalquivir, motivo que debió servir de canalizador de la fusión de ambas culturas. 

LA HERENCIA JAPONESA

Actualmente, podemos afirmar, que el coriano  hoy, es plenamente consciente del lazo que le une con el pueblo japonés.
Sabe que una gran cantidad de sus vecinos comparten la misma sangre, y se reconoce la figura del embajador japonés Haskura  como el catalizador de esa peculiar relación.
Desde que fue descubierta, nuestro Ayuntamiento ha velado por mantener el respeto y aumentar las relaciones culturales bilaterales con el gobierno japonés, a través de la figura de su embajador en España.
Un gran valedor de esta situación fue el desaparecido Virginio  Carvajal Japón, que comenzó indagando y terminó abanderando el movimiento cultural necesario que potenció y ayudó a descubrir este rastro indeleble que dejaron los japoneses en el tiempo.
En su reconocimiento, el 17 de noviembre del 2006 y tras su muerte, el embajador de Japón en España, el Sr. Matohite Yoshikawa,  en visita institucional, inauguró en el Centro Cultural de la Villa, una sala temática específica que lleva su nombre (Sala de Virginio Carvajal Japón), con la que la localidad, quiere rendir homenaje a esta ilustre vecino que dedicó tanto tiempo de su vida a investigar el origen del apellido Japón y que terminó fundando la Asociación Hispano-Japonesa de Coria del Río.
Esta nueva sala de cultura japonesa además de contar, entre otras cuestiones, con diversos objetos, fotografías, pinturas y artículos relacionados con la cultura nipona , dispone de una maqueta que representa la fiesta del cerezo, típica en el país oriental, imágenes de Virginio  Carvajal y de la estatua de Hasekura Tsunenaga que se encuentra situada en el Parque Carlos de Mesa de la localidad, junto al río Guadalquivir.
La sala también dispone de diverso material que la propia familia del desaparecido investigador ha cedido en calidad de préstamo a la Delegación de Cultura para su exposición en este nuevo espacio que refleja una parte importante y singular de la historia y cultura de Coria del Río. 


Con este mapa podemos ver perfectamente la ruta de los galeones españoles, que cruzaban los océanos Pacífico y Atlántico, desde  1527-28 cuando Hernán Cortés construyó las primeras naves en los astilleros del litoral novo hispano de la costa del Pacífico de la Nueva España para descubrir y llegar a Nueva Guinea, y el descubrimiento de la vuelta al puerto de Acapulco por el piloto y fraile Andrés de Urdaneta desde las Islas Filipinas en el año de 1564-65.
Por doscientos cincuenta años el Océano Pacífico fue un mar español y cientos de naves españolas comunicaron América con el Oriente asiático intercambiando entrambos mundos, personas, animales y plantas.  

Así como en Coria del  Río, España hay un monumento recordatorio del casi olvidado viaje del samurái japonés Hasekura; también en el puerto de Acapulco, México existo otro del mismo personaje. Valga este breve recordatorio como un homenaje a todos quienes participaron en esa odisea de hace cuatrocientos años. Editó: LUIS OZDEN

                                  FUENTE DE INFORMACIÓN:

Amistad presente
Hoy en día se valora la gran investigación pionera de Hasekura,  la cual se puede decir que fue la primera misión gubernamental en la historia de la conexión entre Europa y Japón.
En 1973 la ciudad de Acapulco se hermanó con la ciudad de Sendai,  que era territorio de Date, a quien sirvió Hasekura, y en 1978 con el pueblo Onjyuku, donde los pescadores salvaron a los marinos de Nueva España. En 1973 una estatua de Tsunenaga Hasekura fue  entregada a México por el gobierno japonés, la cual es una réplica de la de Sendai, hecha por un gran escultor Tyuryo Sato. Hoy existen estatuas de Hasekura en  varias ciudades del mundo, aquellas que él visitó en el camino de la misión: Sendai, Acapulco, Habana, Sevilla y Roma.
* Estudiante japonés de Español Intermedio 3
  CEPE-CU, UNAM , México, D.F.

Referencias:
Sendai City Museum, Date Masamune and Hasekura Tsunenaga,  Japón, 1999
Yasunori Morikawa,  El primer samurai que visitó México

         *__Ayuntamiento de Coria del Río. «Historia del apellido Japón». Web Oficial del Ayuntamiento de Coria del Río.


























miércoles, 19 de noviembre de 2014

DESCUBRIMIENTO DE CALIFORNIA


CALIFORNIA

FERNANDO CORTÉS ENTRE LA LEYENDA Y LA REALIDAD

Academia de Hernán Cortés
“Por la difusión de la Verdad Histórica”


1.- LA LEYENDA ENTRE LOS CONQUISTADORES


En segunda mitad del siglo XV, con la invención de la imprenta, aparecieron publicadas en toda Europa las leyendas caballerescas que circulaban por las plazas o en las reuniones de familia o de amigos.
Si bien, el primer libro impreso había sido la Biblia al que siguieron otros libros religiosos, pronto comenzaron a publicarse temas mundanos especialmente las sagas o gestas de los caballeros. Como el “Amadís de Gaula”.....(1) o la “Canción de Roldán”......(2)

Los libros impresos resultaban caros, pero eran tal su novedad que la gente los adquiría con grandes esfuerzos por que les daban importancia social. Entre los jóvenes, y de los más populares, estaba la Canción de Rolando, en francés “La Chanson de Roland o Hrueland”, novela épica que se refiere a la derrota sufrida por la retaguardia del ejército de Carlomagno a manos de los moros en el desfiladero de Roncesvalles del Reino de Navarra en el siglo VIII ( 778 ).....(3)

En la novela manuscrita hacia la primera mitad del siglo XII en más de cuatro mil versos, aparece en el verso 209 del poema, la palabra Califerne refiriéndose a alguna región determinada del África. El verso en francés antiguo es el siguiente:

 Morz est mis nies ki tant soleis cunquere
Encuentre mei revelerunt li Saisne
Et Hungré et Bugre et tant gent averse
Romain, Puillain et tuit cil de Palerme
E cil d’Affrike e cil de Califerne”
Que traducido libremente es:

“Muerto está mi sobrino que tantas tierras conquistó
Y ahora los sajones se han rebelado contra mí,
Y los húngaros, y los búlgaros y tanta gente adversa,
Romanos, pulianos, y todos los de Palermo,
y los de África y los de Califerna.”

Los lugares a que se refiere el verso, eran perfectamente conocidos en ese tiempo. Dice: Palermo, África y Califerna. Por tanto, cuando dice: “los de África y los de Califerna” seguramente se trataba de los moros de algún califato.
Hasta aquí hemos relatado lo que contiene en el manuscrito más antiguo, la referencia un lugar todavía indeterminado llamado Califerne, sin más.


LA NOVELA CUMBRE DEL SIGLO XVI


El anterior Cantar de Gesta fue la fuente de inspiración de muchos otros escritores posteriores, principalmente en los de finales del siglo XV.
A principios del siglo XVI en el año 1511 comenzó a circular otra novela de caballería publicada en Sevilla el año anterior de 1510 por el escritor y editor García Ordóñez de Montalvo; como una continuación del Amadís de Gaula y cuyo título es:

“Las Sergas de Esplandián” ....(4)

Del Califerne en el Amadís de Gaula, pasó al California  de la trascripción que Montalvo trata entre otras tierras fabulosas, de la Isla California habitada por amazonas negras.

Sabed que a la diestra mano de las Indias existe una Isla llamada California muy cerca de un costado del Paraíso Terrenal; y estaba poblada por mujeres negras, sin que existiera allí ningún hombre, pues vivían a la manera de las amazonas. Eran de bellos y robustos cuerpos, fogoso valor y gran fuerza. Su isla era la más fuerte de todo el mundo, con sus escarpados farallones y sus pétreas costas. Sus armas eran todas de oro y del mismo metal eran los arneses de las bestias salvajes que ellas acostumbraban domar para montarlas, porque en toda la isla no había otro metal que oro.....”

Garci-Ordóñez de Montalvo, quien no era autor del Amadís de Gaula, ni del siguiente libro “Las Sergas de Esplandían” actualizó para su época las antiguas gestas de caballería originadas en Francia muchos siglos antes. Habría leído también la relación que Cristóbal Colón había escrito de sus viajes a las nuevas tierras descubiertas: “Las fabulosas Indias”; para componer las Sergas.

El Almirante, en su diario del primer viaje de descubrimiento, anota:

“Dixéronme los indios que por aquella vía hallaría la isla de Martinico, que diz que era poblada de mujeres sin hombres, lo cual el almirante mucho lo quisiera por llevar diz que los Reyes cinco o seis d’ellas.....
(....) mas diz quera cierto que las avía y que en cierto tiempo del año venían los hombres a ellas de la dicha isla de Calib (Carib), diz qu’estaba d’ellas diez o dize leguas, y si parían niño enbiánbanlo a la isla de los hombres, y si niña, dexávanla consigo.....”.............(5)

Como se ve por lo anterior, Ordóñez de Montalvo logró un éxito literario en el momento que nuestros españoles se enfebrecían con las tierras, descubiertas y por descubrir, de la naciente América.  


HERNÁN CORTÉS Y SU CALIFORNIA

ENTRE LA FANTASÍA Y LA MUERTE




LAS EXPLORACIONES CORTESIANAS

Corría el mes de octubre del año de 1524, atrás han quedado los hechos de la conquista del reino de Moctezuma y unos días antes de emprender el malhadado viaje a las Hibueras para castigar la infidencia de Cristóbal de Olid ..Hernán.Cortés firma y envía su 4ª Carta de Relación al Emperador Carlos, junto a espléndidos regalos de oro y plata. En esta Carta le relata, entre otras cosas, de las noticias que tiene acerca de una isla legendaria, noticias que le habían sido traídas por su sobrino el capitán Francisco Cortés de San Buenaventura, quien había realizado la exploración y conquista de las tierras costeras del Mar del Sur o Pacífico.

Escribe así:
“Y así mismo me trajo relación de los señores de la provincia de Cihuatán, que se afirma mucho de haber una isla poblada de mujeres, sin varón ninguno, y que en ciertos tiempos van de la tierra firme hombres que con ellas han acceso....y si paren mujeres las guardan; y si hombres, los echan de su compañía, y que esta isla está a diez jornadas de esta provincia de Colima; y que muchos de ellos han ido allá y la han visto. Dícenme así mesmo que es muy rica en perlas y oro; yo trabajaré en teniendo aparejo de saber la verdad y hacer de ello larga relación a Vuestra Majestad....”

En su 4ª Carta; relata al emperador Carlos lo sucedido en ese período: desde mediados de mayo de 1522 al 15 de octubre de 1524, cuando firma la carta. Que comprende las acciones de exploración y militares hacia los reinos tributarios de Moctezuma; muchos de los cuales eran conocidos por los indios como productores de metales preciosos.

Cortés se interesaba, también, por encontrar algún río o paso de mar que lo acercara a la costa del Mar de Sur, encontrar un buen puerto que sirva de base a las exploraciones hacia la verdadera India. Desde esos años comenzaba a vislumbrar con grandeza lo que podría ser en un futuro cercano, el nuevo Reino de su conquista.

Envió a Pedro de Alvarado hacia el sur poniente de Tenochtitlán, con el encargo de llegar al mar, explorar la corta hacia el sur para encontrar el mítico Reino del Oro vislumbrado por Balboa apenas una decena de años atrás.

Alvarado cumple con éxito su cometido y funda el pueblo de Tututepec muy cercano a la costa, donde encontró minas de oro. Más tarde, hacia fines del año de 1523 en otra expedición muy numerosa con ayuda tlaxcalteca, conquistará definitivamente para la Nueva España todas esas tierras hasta Guatemala y Acajutla en el actual El Salvador.

Las otras exploraciones importantes son hacia el señorío de Michoacán; de los primeros que llegaron a esa región fueron: un soldado Parrillas y poco después Antonio Caicedo en el otoño de 1521. (Relación de Michoacán, de Fray Jerónimo de Alcalá).

En 1522 le siguieron cuatro españoles más al mando de Francisco Montaño, el héroe del Popocatépetl, (Historia de la Conquista, Francisco Cervantes de Salazar).

La conquista del territorio fue encomendada a Cristóbal de Olid, Juan Rodríguez de Villafuerte y Andrés de Tapia con 70 caballeros y 200 peones ayudados por indios tlaxcaltecas. Quienes llegaron a esas tierras a mediados de 1522.
Estos capitanes lograron su cometido y todavía alguno de ellos llegó hasta el señorío de Colima.

Sin perder tiempo se fundó Zacatula cerca de la costa y se comenzaron a construir cuatro barcos para la exploración del litoral hacia el sur y hacia el norte del paralelo 24.
Cortés tampoco perdía el tiempo en la Capital supervisando su reconstrucción. Para reconocer nuevos territorios, seguía enviando capitanes con el fin de conquistar todas las regiones del poniente:

Gonzalo de Sandoval llegó a principios del 1523 a la Costa Chica cercana a Acapulco, fundó el puerto y siguió hasta Colima, fundando la villa el 25 de julio de ese año de 1523. Sandoval siguió en sus conquistas rumbo al norte hasta encontrar un buen puerto que llamó de Navidad; ahí tuvo noticia de una gran isla a varias jornadas por mar hacia el noroeste.

“que estaba poblada de mujeres sin varón ninguno”

Considero yo, que fue en esos días cuando comenzó a circular entre los soldados españoles, que la leyenda de la California a que se refería la novela “Las sergas de Esplandián” podría ser una realidad.
Cuando el capitán Gonzalo de Sandoval regresó a la capital y dio parte a Cortés de sus descubrimientos y conquistas, pudo ser, que los soldados hicieran circular, entre los que estaban asentados ya, esas fabulosas noticias. Tanto que el propio Cortés las asienta, como hemos visto al principio, en su 4ª Carta de Relación.

Las exploraciones y conquistas siguieron su marcha a partir de esos años. Reiteramos que Don Hernando, antes de partir para las Hibueras, envió a su sobrino Francisco Cortés de San Buenaventura con la orden de continuar sometiendo todas esas regiones. El 17 de enero de 1525 apareció en Tenochititlán la publicación de la Relación de una Visitación, en la cual se refiere la expedición de Francisco Cortés de San Buenaventura. Otros dos capitanes de esa expedición fueron otros primos de Hernán Cortés: Alonso de Ávalos y su hermano Hernando de Sayavedra que se posesionaron de las regiones del actual Estado de Jalisco, al parecer sin mucha resistencia de los indígenas.




PRIMERA EXPLORACIÓN

Cortés, antes de marchar a España en 1528, había dejado encargada la construcción de un astillero en la costa de Tehuantepec. Ahí se harían cinco barcos para la exploración de las costas y tal vez de otra expedición, que como la del año anterior había partido para las fabulosas islas Malucas en el sudeste asiático.
Cuando don Hernando regresó a su astillero en 1530, solo encontró ruina y abandono, y su capitán Francisco Maldonado estaba preso. (Carta de Cortés a Carlos V desde Texcoco , 1530).

Un poco más tarde, en 1532, al mando de su primo Diego Hurtado de Mendoza, envió la primera expedición por mar para explorar las costas al norte de la gobernación de Nuño de Guzmán. Salieron las dos naves: (San Marcos y San Miguel) de Acapulco rumbo al norte, hasta la bahía de Guatlán, actualmente Manzanillo, en la provincia de Colima, donde terminaron de abastecerse de todo lo necesario, luego costearon hasta el actual San Blas para llenar de agua las botijas, pero la gente de Nuño de Guzmán los hostilizó, siguieron la costa descubriendo las islas que llamaron de la Magdalena, las islas Marías, y   costearon hasta la actual región de Culiacán donde estuvieron unos veinte días, según apunta Francisco López de Gómara en su relación con informes directos de Cortés.
Esa estancia de tanto tiempo sin actividad alguna, así como la falta de víveres, le costó al capitán Diego Hurtado de Mendoza que los expedicionarios se le amotinaran; se apoderaron de una de las naves regresando a las costas del sur. La otra nave quedó en poder de Hurtado, quien con los marinos se hizo a alta mar en busca de alguna isla grande. De ellos ya nunca se supo más.

Mientras los amotinados  fueron presa de una tormenta que llevó a nave a encallar en la costa de bahía de la Bahía de Banderas donde fueron atacados por los indios, muriendo la mayoría, solamente 23 lograron escapar de los indios pero la mitad fueron presos de Nuño de Guzmán. Los otros lograron llegar a tierras de Colima.  Hernán Cortés lamentó con mucho dolor la desaparición de su primo Diego Hurtado, teniendo por muchos años la esperanza de encontrarlo con vida.

                                       
                                      SEGUNDA EXPLORACIÓN





Ante el fracaso de la primera expedición, Cortés mismo se instaló en 1533 en Tehuantepec para construir las naves y traer los bastimentos necesarios para otra armada de mayor enbergadura.

Para esa tremenda empresa, Cortés ideó un sistema de abastecimiento tan ingenioso como complicado. Desde el puerto de Cozacoalco, se remontaba el río hasta Tecolotepec en
el Istmo, y desde ahí por tierra a un trecho de río hasta el puerto de Tehuantepec, eran más de 300 kilómetros de un trabajo enorme, para llevar e instalar todo el material desde Veracruz. Pero, con todo esto, se había trazado la primera ruta de comunicación entre el Mar del Norte y el del Sur. Entre el Golfo de México y el Océano Pacífico.

El Conquistador, ya marqués del Valle, gastaba su hacienda y su persona  por la Gloria de Dios, por la honra de España y para servir a la Corona.

En junio de 1533 salieron de Tehuantepec y de Acapulco dos buenas naves construidas como las mejores de Castilla. La capitana llamada Concepción al mando de otro pariente: Diego Becerra de Mendoza, con su ponderado piloto traído de Vizcaya, Fortún Jiménez; la segunda nave al mando de Hernando de Grijalva y su piloto el portugués Martín d’Acosta.

Los barcos remontaron la costa hacia el norte hasta llegar a su otro puerto de apoyo, Santiago de Buena Esperanza, hoy Manzanillo. De ahí salieron el 1º de noviembre de 1533, pero, lamentablemente en esas fechas comienza la temporada invernal de los ciclones del Pacífico. Una de esa terribles tormentas los sorprendió a las naves, que se separaron, una ellas el San Lázaro se dirigió al ponente, al interior del Mar del Sur descubriendo la Isla de Santo Tomás (hoy Socorro) y regresó a Acapulco después de casi cuatro meses de navegación.

La nave Concepción enfiló hacia el norte amotinándose la tripulación al mando de Fortún Jiménez, y en la reyerta  murió el capitán Diego Becerra de Mendoza, también pariente de Cortés. Los amotinados desembarcaron a los frailes y los heridos en la costa, y siguieron su derrota al norte. Los fuertes vientos los llevaron a descubrir  por pura casualidad la “Isla California”; “Entraron en una bahía (a la que describieron como la que encontró Hernán Cortés, quizá La Paz) donde encontraron indios muy primitivos, estos andaban completamente desnudos pero tenían perlas. Aún no se ha aclarado que contratiempo tuvieron con ellos, pero el hecho es que hubo una reyerta, Fortún Jiménez murió con la mayor parte de su gente. Los sobrevivientes subieron a la nave y regresaron a la tierra Firme. Ahí se repitió la mala fe de Nuño de Guzmán, enemigo de Cortés, su gente los apresó y la nave Concepción quedó en poder de éste, como había quedado también el navío San Miguel de la anterior expedición.






TERCERA EXPEDICIÓN



Ya han pasado casi 14 años de que el reino de Moctezuma cayera en manos de Hernán Cortés, tiene honores y riquezas, ya es dueño del marquesado del Valle de Oaxaca, territorio con 23 mil vasallos y el mayor en extensión de cuantos algún rey de España concediera a uno de sus súbditos. Su otrora gobernación se va a transformar en Virreinato muy pronto, a él le queda solamente el empleo de Capitán General de la Nueva España. Su palacio de Cuernavaca está aún en construcción y su nueva su mujer, doña Juana de Zúñiga y Ramírez de Arellano, de la mayor nobleza castellana le ha dado cinco hermosos vástagos ( Luis el mayor, murió recién llegado a México).

Cortés podía haberse quedado disfrutando de sus logros, pero su sangre hierve con la posibilidad de conquistar, quizá, otro reino fabuloso. A sus 50 años de edad retoma arrestos de juventud y con renovado brío, él en persona se encargará de conquistar esas tierras. Este es el Cortés del principio y de siempre.

Por otra parte, los sobrevivientes de la malhadada segunda expedición cortesiana seguramente contaron que los indios eran muy oscuros de piel, casi negros, que poseían muchas perlas de gran valor, y que su tierra nuevamente descubierta a pocas jornadas por mar de la tierra firme era la isla fabulosa que se relataba en “Las Sergas de Esplandián .

La noticia de la expedición al mando de Hernán Cortés animó a muchos antiguos conquistadores y otros que estaban repartidos por los territorios del marquesado. Se enrolaron 34 con sus mujeres y muchos se ofrecieron a servirle de soldados, hasta completar 320. Su gran amigo y confidente Andrés de Tapia no podía faltar en la expedición.

En las anteriores expediciones, Cortés, había gastado una buena parte de su fortuna, casi todo se había perdido y dos de esas naves estaban en poder del gobernador de Nueva Galicia: Nuño Beltrán de Guzmán. También estaban casi terminadas otras cuatro naves para seguir con las exploraciones.

Escribe al Rey:

 “He gastado más de cincuenta mil castellanos; para hacer la dicha armada e las susodichas, he vendido mucha parte de mi hacienda e toda la que tenía en los reinos de Castilla, e empeñado e deshecho mis joyas e las de la marquesa mi mujer, e debo cincuenta mil castellanos e más e tengo empeñada todas mis rentas e pueblos, según  así a todos es público e notorio....”

 Y por cumplir su compromiso había dejado casa, mujer e hijos, estando ya en la edad de cincuenta años.
Para rematar con lo anterior, recibió de su enemigo Nuño de Guzmán un áspero requerimiento prohibiendo a él y a su gente el paso por las tierras de su gobernación.

Entonces Cortés respondió contundentemente: el 24 de febrero de 1535  “que no se le podía impedir el paso ni el apoyo portuario ya que tiene encargado por el rey la exploración de la Mar del Sur; además, él es el Capitán General de la Nueva España y de la Mar del Sur, y un gobernador provincial no puede interferir su mando ni impedirle el servicio real que tiene mandado”.  (José Luis Martínez, Hernán Cortés, 1992 )

.El Héroe de México-Tenochtitlán estaba en la villa de Colima el 9 de enero de 1535 y antes de emprender su peligrosa conquista a la legendaria “Isla California” redactó y firmó su Mayorazgo a favor del pequeño Martín Cortés de solo 3 años; ante “dos escribanos y nueve testigos, se escribió en diez hojas de pergamino por ambos lados, Cortés le imprimió el sello de sus armas en cera colorada, y se guardó en una caja de plata con una cinta de seda verde”. (José Luis Martínez, Hernán Cortés, 1992)

“El 15 de abril de 1535 el ejército que fue por tierra y las  tres naves se encontraron en Chametla”
A los tres días de ese encuentro, Cortés se embarca en la bahía de Chamela para saber personalmente la razón del porqué han sido tan infructuosos los ocho años de exploraciones. Llevaba 40 jinetes y 113 peones. Desembarca el día de la Santa Cruz, 3 de mayo, y con ese nombre bautiza al puerto que funda, en el lugar encontró dos sobrevivientes de la expedición de Fortún Jiménez. Así se asentó la primera colonia española de la California.
Envía dos barcos para recoger a los soldados y sus mujeres que se habían quedado esperando en Chamela. Solamente regresó un barco pues por la tardanza, muchos de los colonos habían regresado al puerto de Navidad.  Cuando los recién llegados vieron la situación tan lamentable en que se encontraban Cortés y sus acompañantes, ya sin comida suficiente y solamente con vida la mitad de los colonos; quedaron espantados.
Hernán Cortés decidió regresar a la costa de Nueva Galicia para traer más refuerzos y comestibles.

Durante su permanencia de casi un año en “la California” escribió muchas cartas; una de ellas descubierta por el Padre Cuevas, dirigida a Cristóbal de Oñate:
“Con la priesa que tuve de mi partida nos os escribí desde luego del puerto del Espíritu Sancto y agora en esta no se ofrece más que haceros saber que llegué a este puerto y baya de Santa Cruz, día de sancta cruce de mayo por cuyo respecto se le puso este nombre.”
Reconocí la tierra primero de mayo día de los apóstoles y porque en la parte que reconoscimos era e la mas alta de esta tierra, se le puso por nombre sierra de Sanct Felipe”
“En el msmo dia descubrimos una isla que está cerca de esta tierra que se llamó Santiago y luego vimos otras dos que la una se llama isla de Sanct Miguel y la otra de Sanct Cristobal”

“Tardé XVI días a causa y tiempos contrarios que tuve y de las muchas calmas”
“Faltáronme de toda la compañía seis caballos entre los cuales fue uno el hoverico que no lo tuve por poca pérdida. Todos los demás caballos y toda la gente llegaron muy buenos benedicto Nuestro Señor No os  escribo de la manera y disposición desta tierra porque no he salido………….de despachar estos navíos por la gente y caballos. Emos visto mucha gente e algunos han venido. Hay mucha cantidad de perlas e pesquerías.  En partiendo estos navíos entraré en la tierra y a la vuelta habrá más noticias del secreta della y más lugar para haceros relación de lo que hubiéramos visto”

“No escribo al señor gobernador hasta que haya cosa cierta que le podamos escribir más que me encomiendo a su merced. Y al protector también, señor daréis mis encomiendas y que yo tendré cuidado de le escribir siempre e que agora no lo hago por lo que tengo dicho”
“Estas cartas os encomiendo señor que hagáis enviar con persona cierta que fuere a México, al licenciado Altamirano mi primo, lo más breve que se pudiere. Guarde Nuestro Señor vuestra noble persona, como señor deseayis””Deste puerto e baya de Sancta Cruz, XIIII de mayo de DXXXV”
“Lo que señor mandarles” “El Marqués” (Rubricado)

Carta asentada en el libro: “Historia de Baja California” Profr. Pablo L. Martínez, Patronato del estudiante bajacaliforniano, 1956.


CUARTA EXPEDICIÓN


Ruta que siguió el navegante Francisco de Ulloa

Hernán Cortés había preparado una cuarta expedición para dejar terminado el descubrimiento de las costas de nueva España, para lo cual nombró a su amigo de muchos años: Francisco  de Ulloa, quien venía acompañándolo desde el tiempo en que Cortés conquistó definitivamente el señorío Colhúa.

Ulloa era hombre sensato y de su confianza, había puesto en orden a los colonos establecidos en Santa Cruz mientras el Conquistador regresaba a la costa de Nueva Galicia por las dos naves perdidas. Y permaneció en la California hasta 1537.
En el año de 1539 se hizo cargo de la última expedición financiada por don Hernán con la comisión de demostrar si la nueva tierra descubierta era isla o península. Salió de Acapulco el 8 de julio de 1539 con tres navíos: el Santa Águeda, el Trinidad y el Santo Tomás todos bien abastecidos como era costumbre de Cortés hacerlo.

Acompañaban a Ulloa cuatro frailes franciscanos: Antonio de Mena, Raimundo Amiliebus, Pedro de Aracho y Fray Fernando; el veedor era el antiguo conquistador Francisco de Terrazas,  el escribano Pedro de Palencia y el piloto Domingo del Castillo quien dibujó minuciosamente el mapa de las costas bojadas. En este viaje iba solamente la tripulación necesaria sin ningún colono. Por órdenes de Cortés se trataba de una expedición de reconocimiento del litoral y tomar posesión a nombre de la Corona Española de todas las tierras encontradas.

Francisco de Ulloa el amigo de Cortés y hombre de su confianza haría el trabajo que las anteriores expediciones no habían podido, cumpliendo con exactitud los propósitos descubridores del Marqués del Valle de Oaxaca.

A pesar de que el navío Santo Tomás se perdió antes de llegar a la bahía de Santa Cruz, los otros navíos recorrieron durante casi un año litorales desconocidos hasta entonces.
En la bitácora de Francisco de Ulloa consta que llegaron a Santa Cruz el 29 de agosto y que de ahí se dirigieron a la costa de Sinaloa para bojear hacia el norte hasta casi el grado 30 latitud norte. A la entrada del gran río Colorado que llamaron ancón de San Andrés. Luego dieron la vuelta hacia el sur costeando la tierra por lo que se dieron cuenta que se trataba de una larga península con un mar interior.



Llegaron a Santa Cruz el 19 de octubre de ese año de 1539, ahí hicieron un alto para abastecerse de agua, y luego continuaron hasta  una punta que llamaron de Santiago (hoy Cabo San Lucas), siguieron costeando, esta vez, otra vez al norte hasta la bahía y puerto de Santa Catarina, y finalmente, el 20 de enero de 1540 descubrieron tres islas, tomando posesión  de la mayor llamándola Isla de Cedros, la cual describieron como muy verde y habitada por venados y conejos. Situada a los 27 grados y medio.

 En la Isla de Cedros, el 5 de abril de ese año, el capitán Francisco de Ulloa dio por terminada su exploración, emprendiendo el regreso a Acapulco con una escala en Manzanillo, donde encarcelaron a su enviado. Ahí se encontraron con la noticia de que el Marqués del Valle estaba en España tratando de arreglar sus asuntos con la Corte.

Entre los historiadores, el explorador Francisco de Ulloa ha quedado envuelto en una telaraña de leyendas: Que si siguió explorando solo en su barco la Trinidad, cosa muy improbable por el carácter prudente del marino, y que había muerto ahogado con su barco.
Que si al regreso fue asesinado en un altercado con alguno de sus enemigos. Que si murió en la ciudad de México, etc. etc.

Lo cierto es que su mapa fue pasado en limpio por el piloto y dibujante Domingo del Castillo en 1541, quizá el original fue llevado a Cortés por el mismo Francisco de Ulloa.

Porque existe el testimonio de Iñigo López de Mondragón, de que Ulloa regresó a la Nueva España sano y salvo, que luego viajó a España para acompañar al Marqués y que aún fue con él  a la batalla de Argel en la carabela que el Conquistador armó por propia cuenta para defender a España de los musulmanes.

Este documento lo publicó el historiador angloamericano Henry R. Wagner en su libro “Francisco de Ulloa returned” California Historical Society, 1940.


REFLEXIÓN

Por la mano de Dios; las cuatro primeras expediciones y el descubrimiento de California pertenecen exclusivamente al pensamiento y obra del conquistador del reino cuhlúa y creador de la Nueva España: Hernán Cortés.
Desde que estaba aún peleando por la conquista de la gran Tenochtitlán, había enviado a algunos de sus capitanes a explorar los territorios del occidente, llegar a la costa del Mar de Sur e informarse de las minas de oro y plata así como del posible reino de las amazonas, llamado “Califerne” en la saga de Esplandián, reino donde abundaban las perlas.

“Sabed que a la diestra de las Indias existe una isla llamada California cerca de un costado del paraíso terrenal…..porque en toda la isla no había otro metal que el oro”
 
No es que Cortés creyera al pie de la letra la novela referida, pero tenía en mente la conquista del Darién llamado Castilla del Oro, ya explorado  por Pedrarias Dávila, y las noticias llegadas a la Isla Española de un reino, en el sur del Continente, donde los indios cubrían de oro a su rey.
El Marqués esperaba encontrar por aquellas costas otro Perú, no por la posesión material del áureo metal, sino porque el oro era el medio para mover las voluntades del hombre común, cimentar su señorío y, quizá con el tiempo, hacer de Nueva España, su creación,  un verdadero Reino de Ultramar.
A la indomable voluntad que tenía Cortés en todas sus empresas descubridoras le detuvo la realidad física de la naturaleza americana y la personalidad conflictiva e individualista de sus contemporáneos. Eran pocos los que cooperaban con sus iniciativas y muchos los le estorbaban sus negocios.

Después del fracaso de la colonización de Santa Cruz, le vinieron como un razonable pretexto, para terminar con la aventura californiana y volver a su feudo de Cuernavaca:  la pérdida de la juventud, las cartas de su mujer la Marquesa y la noticia de la llegada del primer virrey don Antonio de Mendoza,

Hernán Cortés ya no volvería a conducir personalmente otra expedición, su cuarta y última empresa descubridora sería conducida y terminada con éxito por el hombre indicado para ello: Francisco de Ulloa.

Ahora, una pregunta a os estimados lectores:
¿Por qué Hernán Cortés, a pocos años después de su Conquista sobre los pueblos nativos, pudo hacer naves en sus astilleros de las costas del océano Pacífico? Naves en las que empleó la mano de obra indígena, con solo seis carpinteros españoles. Barcos estupendamente construidos y que navegaron el océano en larguísimos recorridos de descubrimientos. Algunas de estas naves cruzaron el inmenso Pacífico y llegaron hasta las islas Filipinas para socorrer a los náufragos españoles.
En cambio, en el presente siglo XXI, la nación mexicana independiente de España desde hace 190 años, no puede construir ni un pesquero de regular tamaño, ni cuenta con ningún astillero...... 
LUIS OZDEN.

Texto compuesto de la Conferencia: “Hernán Cortés y su California, entre la Fantasía y la Muerte” por Luis Gonzalo Pérez de León Rivero. 21 de Abril de 2009.

Editó: Luis Ozden.